­A lo largo de la historia han existido personas y asociaciones cuya existencia ha girado en la decisión de ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. El diccionario define como filántropo a aquella persona que se distingue por el amor a sus semejantes y por sus obras a favor de la comunidad. Con la crisis económica y sus efectos devastadores sobre muchas personas, las actuaciones guiadas por la filantropía se convierten en muchas ocasiones en la solución para muchos y también hace aumentar el número de personas que optan por un compromiso en este sentido.

Así se puso de manifiesto en la mesa redonda celebrada ayer en el Club DIARIO de MALLORCA entre personas y representantes de organizaciones cuya principal actividad es la filantropía: Jaume Santandreu, en representación de ´Es Refugi-C´an Gazá´; Antoni Sorá, de ´Mallorca sense Fam´; Francisco Roses, miembro del ´Rotary International´ en Balears y Joan Francesc Pont, en representación del ´Supremo Consejo Masónico de España´.

"Algo bueno que ha tenido la actual situación de crisis es que ha unido a más personas hacia los más necesitados", afirmó Francisco Roses. Un ejemplo es ´Mallorca sense Fam´ que, según explicó Antoni Sorà, comenzó en 2008, "cuando ya se veía venir la crisis" y para 2009 "la pobreza" en Mallorca ya era fácilmente detectable.

Esta organización se centra en la "emergencia social en su nivel más básico, que es el de la alimentación". En 2012 repartió 132 toneladas de comida a más de 300 familias en la isla. Sorà explicó que cuando comenzaron a trabajar en 2008, "el 70 por ciento de los usuarios a los que repartíamos bolsas de comida eran extranjeros, pero ahora se ha invertido la situación y el 73 por ciento son españoles, frente a un 27 por ciento de extranjeros".

Entidades como esta organización o como C´an Gazà se benefician de las ayudas de organizaciones como Rotary Internacional o la Masonería. La motivación para todos los que participaron en la mesa redonda era común: "el amor a la humanidad" y su deseo de un mundo más justo en el que la dignidad del ser humano sea lo más importante. Jaume Santandreu definió de una manera más concreta lo que para él significa el término ´amor´: "Para mí es un equilibrio de egoísmos, ya que todo dura mientras te compensa".

Para Joan Francesc Pons, quien advirtió contra "la indiferencia o, aún peor, la pretensión de neutralidad", tiene sentido que "la vida no sea solo un camino prefijado, sino una construcción en colaboración con los demás". Roses afirmó que "donde hay una necesidad, ahí está Rotary" y sostuvo que, al final, "se beneficia más el que más sirve" a los demás.