Por si alguien duda de que Mateo Isern y José Ramón Bauzá tienen estilos contrapuestos, repasen cuántas veces se han cruzado con el alcalde yendo a pie por Palma, y cuántas con el presidente del Govern. Claro que el hecho de que Isern camine por el centro de la ciudad sin un cordón de guardias civiles

ayuda a pasar más desapercibido.

En eso de dejarse ver tranquilamente a pie de calle, exponiéndose a los múltiples peligros de una ciudadanía irritada con los políticos, el alcalde se asemeja más a otro de sus compañeros disonantes. Don José María Rodríguez se mueve por los aledaños de Cort como por su barrio del Vivero, y si al poderoso presidente del PP palmesano no le deja ni a sol ni a sombra su fiel Paco Frau, Isern se deja escoltar por Bernat Roig. Este extrabajador de Emaya es ahora conseller del PP sin cartera en el Consell de Mallorca, lo que le permite ser el acompañante más cómplice de Isern, tan necesitado de lealtad en estos momentos.

Por cierto, en contra de algunas malas lenguas, Tòfol Soler no se ha cambiado de bando y sigue tomando partido por el también defenestrado Pere Rotger; cosa distinta es que ´navegue´ a la vez con Rafa Torres, el expresidente del Govern es conocido por su talante pacífico.

La ecuación econacionalista se resolverá en el primer trimestre

Para evitar la nomenclatura tan poco atractiva Partit Socialista de Mallorca-IniciativaVerds-Entesa per Mallorca -aire, por favor-, los estrategas de la coalición nacionalista y de izquierdas idearon la fórmula simplificada PSM-IV-ExM, tras lo cual se dieron cuenta de cómo empeoraba la cosa, pero ahí sigue.

Los líderes de las tres formaciones tienen la mirada puesta en sus homólogos valencianos de Compromís (su diputada Mònica Oltra debe ser una de las políticas más seguidas en YouTube), otra marca electoral que agrupa a varios partidos, de ahí la conveniencia de encontrar ahora un nombre potente y dejar de lado las matemáticas, que esto es política.

Hace unos meses, el PSM -el único de los tres con algunos euros en la caja- contrató a una consultora externa, buscando ayuda. Los expertos aconsejaron dos nombres: Feim, prácticamente descartado, y otro monosílabo que no termina de convencer, pero que de momento está en el candelero: Més. Con el debate servido, las cúpulas de PSM-IV-ExM quieren que sean las bases las que se mojen y respalden el nuevo nombre, o por el contrario se busque una alternativa. "A mí no me gusta el Pi [como han decidido bautizar a su criatura Melià y Font], creo que no dice nada, y con Més me pasa igual, encuentro que le falta chispa, no sé si suma o resta", se lamenta, con broma incluida, un ex alto cargo ´pesemero´ del Pacto. Un dirigente del partido tampoco muestra excesivo entusiasmo por el adverbio, y apunta incluso que quizá lo más conveniente sea recuperar el fallecido Bloc.

La duda se resolverá en el primer trimestre del año entrante. En el calendario figura el próximo 23 de febrero como fecha para el congreso de fusión entre el PSM y los escindidos de Entesa que lidera Biel Huguet. Se prevé así cerrar viejas heridas y unificar en un solo sujeto político a los nacionalistas mallorquines.

El siguiente paso será intentar incorporar a partidos independientes y progresistas de los pueblos, se creará una ejecutiva con miembros de todos los integrantes de la coalición, y en abril se cerrará el tema del nombre. Respecto al candidato de Més, o como se llame finalmente la alianza, no habrá cambios. Biel Barceló volverá a presentarse a las próximas autonómicas. En el PSM e IniciativaVerds no se olvidan de los 5.323 votos que sacó Esquerra en 2011, pero con Joan Lladó "de momento solo ha habido cafés", desvela un ´pesemero´. Teniendo en cuenta cómo terminó el ´matrimonio´ en su día, algo es algo.

En contra de cobrar el ´nivel 33´

Representantes del sindicato USO informaron ayer de la presentación de "4.500 firmas de empleados de las distintas administraciones públicas, que respaldan y apoyan la suspensión indefinida del complemento económico para los ex altos cargos". Exigen a Bauzá y a los portavoces de los demás partidos la supresión del llamado ´nivel 33´, que permite que los funcionarios que han sido políticos puedan cobrar un plus de hasta 16.100 euros anuales cuando regresan a su plaza. "Con la que está cayendo, es indecente seguir con este privilegio", denuncia USO, recordando que Castilla La Mancha o Asturias ya están dando pasos en este sentido.