"Mi historia constituye una auténtica burla a la Justicia, ya que llevo desde 2006 intentando que mi ex marido, un conocido médico mallorquín, me pague las pensiones compensatorias mensuales dictadas por los tribunales de familia. Él ha sido condenado ya en dos ocasiones por impago de pensiones (la última por más de 30.000 euros) y estuvo a punto de ingresar en prisión hace unos meses, pero yo, dentro de unos días, me quedaré en la calle por no poder pagar un alquiler", explica M.R.C., una vecina de Palma que se declara impotente ante una presunta ocultación de patrimonio.

La mujer acude a entrevistarse con el periodista porque -le han dicho- su historia es sangrante y es el último cartucho para que le hagan caso.

Su ex marido es un prestigioso doctor que ha ejercido durante años en Mallorca, pero ahora, aparentemente está jubilado. Llegó a cobrar más de ocho mil euros al mes y otros extras.

"Este señor oculta, como viene haciéndolo desde hace cuatro años que, además de estar jubilado, percibe emolumentos de tres institutos médicos de la isla, situados en Palma, Llucmajor y Manacor", insiste la denunciante ante la alegada pobreza de su antiguo esposo.

La mujer explica que no ha podido demostrar esos ingresos en negro, "por la connivencia de sus colegas". "He intentado buscar pruebas con detectives privados traídos desde Barcelona y yo estoy convencida de que ha trabajado, y trabaja, en varias clínicas privadas", apostilla.

Frente a la palabra de la divorciada, el médico jura y perjura que carece de dinero. De hecho ha conseguido que la Audiencia rebaje considerablemente la pensión por su supuesta merma de ingresos.

"Ahora debe pagarme unos 350 euros al mes, pero lo que hace es ingresarme un día 50 euros, otro día otros 50, un mes nada y otro sí; trampea para incumplir las resoluciones y no estar dos meses seguidos sin pagar, lo que podría ocasionarle una tercera condena".

El médico, defendido por José Ignacio Herrero, arrastra ya dos condenas por no pasar la pensión a su ex. La primera fue dictada por penal 2 y la condena fue: una multa de 1.260 euros y el abono a la denunciante de 36.225 euros de mensualidades adeudadas.

La segunda sentencia data del pasado 10 de julio. En ella, el médico denunciado se conformó y se declaró culpable de otro impago de pensiones. La condena fue de 7 meses y 17 días de prisión, por su reincidencia, y el abono a su exesposa de 26.400 euros, por las pensiones desde julio del 2010 hasta julio del 2010.

El dos veces condenado sigue asegurando que carece de medios, pero la última sentencia mantiene que "pudiendo hacerlo", no ha pasado las pensiones compensatorias a su antigua pareja.

En el paro

"Yo antes daba clases en un colegio privado y también fui técnica en una consulta médica; ahora busco desesperadamente trabajo y no encuentro; vivo en un apartamento que me han prestado, por el que no pago alquiler y que el uno de enero debo abandonar".

La denunciante mantiene que su drama no es único: "hay otras mujeres indefensas ante este tipo de insolvencias fraudulentas".