Balears no consigue dejar atrás los puestos de cabeza en materia de abandono escolar, pero al menos se ha empezado a detectar una mejoría en este tema, según se destaca en el Anuario de la Educación de las islas presentado ayer. Precisamente por ello, se advierte del "riesgo que representa la reducción de recursos en general y de los humanos en particular" en el ámbito educativo, en un momento en que se detecta una evolución positiva.

Según se señala en el Anuario, editado por la Universitat y por Caixa Colonya, la población de 18 a 24 años que no ha alcanzado el nivel de la educación secundaria de segunda etapa alcanzó una tasa del 36,7% en 2010. No hay ninguna otra autonomía que registre una cifra tan elevada (la media española se sitúa en el 28,4%), pero la mejoría es evidente: en 2009 el porcentaje de Balears era del 40,8%, lo que supone un descenso de 4,1 puntos en solo un ejercicio. En cualquier caso, el archipiélago sigue muy lejos del 12,6% del País Vasco.

Este problema mejora entre hombres y mujeres, pero son ellas las que presentan la mejor situación. La tasa de abandono educativo prematuro se sitúa entre las estudiantes en un 30,7% en 2010, tras el 35,1% alcanzado en 2009. En el caso de los hombres, la evolución ha ido del 46% al 42,6% (este último porcentaje es en este caso el segundo más negativo del país, al verse superado por el 42,7% de Castilla-La Mancha).

El director del Anuario, Martí March, coincidió en que "no estamos tan mal, porque hay que tener en cuenta de dónde veníamos. La crisis económica esta favoreciendo el que haya menos abandonos, pero en un momento en que comienzan a solventarse algunos problemas, los recortes que se están aplicando en la educación pueden tener efectos letales en aspectos como la calidad o la equidad".

Así, advirtió del riesgo de que se potencie un nuevo "elitismo" educativo en favor de las clases con más recursos. Además, advirtió del fracaso que supone el que en un momento en que la juventud apuesta más claramente por la formación, muchos titulados se vean obligados a buscar un futuro laboral fuera de España ante la falta de ofertas en nuestro país.

Pese a la mejoría, el balance global dista de ser positivo, y las islas siguen teniendo las tasas de escolarización en la enseñanza no obligatoria más bajas de España.

Otra repercusión directa de la crisis económica es la estabilización e incluso reducción del alumnado extranjero, especialmente entre aquellas nacionalidades en las que el regreso a sus países de origen está siendo más intensa, como son las de Latinoamérica.

En concreto, en los niveles no universitarios se ha pasado de los 27.871 alumnos no españoles del curso 2010-2011 a los 26.413 del 2011-2012.

Esta reducción está siendo especialmente intensa en la educación obligatoria. En infantil, se ha pasado de los 4.111 niños extrajeros de 2008-2009 (curso con las cifras más altas) a los 1.849 del 2011-2012. En ese mismo periodo de tiempo, la evolución en Primaria ha sido de 11.034 a 8.309. Por contra, el ESO el crecimiento se ha mantenido hasta hace muy poco, y además la reciente bajada ha sido mínima, al pasar de 8.272 estudiantes en el curso 2010-2011 a los 8.148 del 2011-2012.

Según este anuario, las nacionalidades extranjeras con mayor número de alumnos en las islas son la marroquí, con 4.005; la ecuatoriana, con 3.100; la argentina, con 2.369; la colombiana, con 2.130; y la alemana, con 1.242.

Respecto a los porcentajes de alumnado, el de origen europeo sigue suponiendo un 25% del total de extranjeros y el africano se mantienen un 20%. Pero el originario de América ha pasado de suponer un 50% a quedarse en un 49%, en favor del de las áreas de Asia y Oceanía, que pasan de un 5% a un 6%.