­"He estado dándole vueltas en la cama, espero no dejarme nada importante", explica Rafael Bosch nada más llegar al Portitxol, lugar concertado para la entrevista. El conseller de Educación, Cultura y Universidades lleva unos días "sin dormir demasiado bien", plenamente consciente de que su imagen pública -para muchos, dentro y fuera del Ejecutivo, hasta ahora era el miembro del gabinete de Bauzá con mayor solvencia y proyección- ha quedado seriamente tocada tras destaparse sus escapadas a Cabrera para ir de buceo con barcas y personal del Govern, junto al conseller de Agricultura y Medio Ambiente, Biel Company. Allí asistieron a almuerzos con langosta y champán Moët&Chandon, invitados por pescadores que faenan en la isla. Unos días después de acrecentar la polémica, al sostener que el motivo oficial para ir a Cabrera era la filmación de un vídeo educativo sobre el fondo marino del parque nacional, Bosch entona parte de mea culpa y admite errores.

-¿Qué fue a hacer a Cabrera en 2011 y 2012, conseller?

-Yo no iba a comer a Cabrera, yo iba a bucear, como ya he dicho, para actualizar las imágenes de un proyecto existente desde 2007 de divulgación del fondo marino, porque de verdad pensaba, y pienso, que podría ser muy útil. Me arrepiento mucho de que se haya interpretado como una juerga, o sarao, y todo porque hubo la comida allí, porque sino no sé de qué estaríamos hablando ahora.

-Con el contexto actual de crisis económica, estas excursiones han armado un auténtico revuelo y crispación.

-Seguramente no lo tendría que haber hecho así, si siendo conseller se pueden malinterpretar esta clase de cosas. Me duele que alguien se haya podido pensar que se ha gastado un solo euro en comidas personales, porque no ha sido así. Me considero una persona relativamente austera, no tengo una gran fortuna, no organizo grandes fiestas ni demás, más allá de alguna comida o cena con los amigos. Por eso me sabe mal que esa imagen de alguien modesto, si es que la tenía, se distorsione y pase a ser la de alguien que emplea medios públicos para fines privados, cuando yo he obrado con buena voluntad en todo momento. Por supuesto, no he robado ni un duro. Soy una persona que puedo almorzar pescado y champán, como si me hubiesen traído dos trozos de butifarrón, tanto me da.

-El menú también ha dado mucho que hablar...

-No teníamos ni idea de cómo sería la comida, ni de quién la haría, ni nada de eso, simplemente se nos invitó -y muchísimas gracias-. Ese día allí había también funcionarios que trabajan en el parque, es decir, que ni Biel Company ni yo pasábamos desapercibidos, ni teníamos intención. Es que precisamente yo en ningún momento pensé que estaba haciendo algo mal. No preguntamos cuál sería el menú, ni yo ni Company, fuimos allí [la caseta de pescadores, invitados por un grupo de ellos] y nos dieron bullit de peix y tal. En cualquier caso me sabe muy mal por lo que haya supuesto de cuestionamiento público. Pido excusas al presidente José Ramón Bauzá y a mis compañeros consellers si la imagen que se ha transmitido ha perjudicado al Govern. Biel y yo ya lo hemos hecho también internamente [disculparse].

-Teniendo en cuenta que usted solo ha ido a grabar un día en agosto de 2011, y otro el pasado julio, y además no cuenta con presupuesto para el proyecto ¿entiende que haya mucha gente que no se crea lo del vídeo educativo?

-Es que el material grabado existe, y por eso colgué imágenes en mi Facebook, en un mensaje en el que agradecía al equipo que me acompañó y al conseller Biel Company su colaboración. Me gusta hacer inmersiones, es cierto, y me han invitado a Cabrera particulares que cuentan con embarcación y permisos para hacerlo. Quiero decir que si quisiera ir a Cabrera para bucear, tenía con quién ir. Me sabe muy mal que la opinión pública pueda pensar que yo voy a montar fiestas [al parque nacional], cuando he ido con profesionales de la filmación. ¿Que tendría que haber encargado el trabajo a un profesional con un contrato y tal? ¡Es que no puedo! [por la escasez de recursos], y además el que iba conmigo era un profesional. Si he de volver a Cabrera para seguir con el vídeo, que espero poder hacerlo, lo haré con un club o de la manera habitual, pidiendo los permisos necesarios y con una barca privada, a título público no lo volveré a hacer.

-Con la cabeza fría ¿ve igual lo ocurrido?

-Después de haber pasado estas horas [desde que estalló la polémica, el jueves pasado], he estado reflexionando y pido públicamente disculpas si parece que aquello era una excursión para hacer una fiesta. Para mí no lo era, aunque agradezco las atenciones recibidas. No volverá a suceder. Lo que un conseller medianamente inteligente sabe es que si va a Cabrera, le van a ver, quiero decir, que en ningún momento nos escondimos ni nada por el estilo. Soy el primero que predico la austeridad en este Govern, y no creo que me vuelva a pasar nada similar. Con todo, quiero decir que hay cosas que se han dicho y no son verdad, por ejemplo, no he ido con el señor Kovacs a Cabrera, como alguien ha escrito. No tengo el gusto.

-¿A la vista de lo ocurrido, actuaría igual, ahora?

-De ninguna manera, le daría dos vueltas antes. Insisto en que fui a comer con toda la buena voluntad, en gratitud al que te invita... Ahora quizá hubiese ´pasado´ del almuerzo. Comprendo que la gente se pueda haber pensado otras cosas, incluso alguna parte que no me corresponde a mí. Procuro hacer el caso que toca al que me invita, pero evidentemente, tal y como están las circunstancias, no me vuelve a pasar por la cabeza.

-¿Se ha sentido solo, o poco amparado, estos días?

-He recibido muchas llamadas de muchos amigos míos que me han dado ánimos, diciéndome que no sería justo que se valorara todo el trabajo hecho hasta el momento en la Conselleria por esto [el capítulo de Cabrera]. Creo que no sería proporcionado, lo digo sinceramente. El mayor daño, que a lo mejor me he hecho yo mismo, es la pérdida de la credibilidad. Procuro ser una persona con un comportamiento impecable, austera... aunque a veces las cosas se pueden entender de manera inapropiada. Ya me ocurrió en un restaurante en Port de Portals, cuando un amigo me invitó de su bolsillo [Bosch y cargos de su equipo fueron fotografiados en un almuerzo en un lujoso establecimiento] para agradecerme que le ayudara en un tema personal. Soy muy consciente de que todo esto habrá afectado a mi imagen, por eso entiendo que me corresponde asumir una posición de humildad. Siempre tienes que aprender alguna cosa de lo que te sucede en la vida, dicen los filósofos. Esto a mí me ha dado una lección, independientemente de que me haya invitado un amigo o unos pescadores, nadie encontrará un euro público gastado en mi beneficio, porque no lo he hecho. La imagen de bon vivant que se ha transmitido de mí me ha ocasionado un perjuicio, me ha hecho daño para siempre.

-Y a la vista de sus silencios, guardados hasta ahora ¿se ha sentido respaldado por Bauzá?

-A nivel de Govern me siento apoyado, empezando por el presidente y los consellers, y al mismo tiempo ha habido un toque de atención, me han hecho ver que tenemos que extremar el cuidado de la imagen de austeridad.

-Ya que estamos ¿por qué en el PP hay quien le mueve la silla?

-[Sonríe] Supongo que dentro de mi partido hay opiniones diferentes respecto a lo que me ha pasado, tengo que asumir las consecuencias de que esto sea así. En cualquier caso, también a mis compañeros les pido disculpas. Intentaré recuperar -si tengo la oportunidad- la credibilidad ante aquellas personas a las que haya podido decepcionar, y transmitirles la idea de que mi comportamiento es el que tiene que ser.