Inspección de Trabajo ha elaborado ya su primera propuesta sobre los controles a realizar en Balears durante 2013, en la que se planifican un millar más de actuaciones respecto a las programadas para este año, al pasar de 17.616 a 18.568, según consta en el documento presentado ayer en la comisión en la que participa también el Govern balear y los sindicatos.

La intención de la Inspección, dependiente del ministerio de Empleo, es que algo más de 7.000 de estas actuaciones estén centradas en la persecución de la economía sumergida (como aquellos casos en los que el trabajador no es dado de alta en la Seguridad Social) y en el trabajo irregular por parte de extranjeros, y dentro de este grupo, 2.000 se fijan sobre el sector de la hostelería, 800 sobre el resto de servicios y 700 sobre el comercio isleño.

Pero los sindicatos no están satisfechos con esta propuesta para 2013, y quieren que se aumente la vigilancia prevista en otro capítulo, como es el del empleo y las relaciones laborales, para el que inicialmente solo se planifican 2.970 actuaciones. El argumento esgrimido por los secretarios de Acción Sindical de UGT y de CC OO, Manuel Pelarda y Carmen Díaz de la Jara respectivamente, es bien simple: la mayor bolsa de fraude se produce en estos momentos en la explotación de las plantillas, con la contratación a tiempo parcial para terminar haciendo la jornada completa, la acumulación de horas extras o teniendo que renunciar a parte del descanso semanal que corresponde, una práctica que se considera especialmente extendida en la hostelería.

Pero además, y a la vista del caso detectado en el hotel Formentor, los sindicatos quieren que el próximo verano se vigile especialmente la contratación de estudiantes en prácticas procedentes del extranjero y en las condiciones laborales que realmente se aplican a estods becarios.

En opinión de UGT y CC OO, el personal de la inspección está haciendo un buen trabajo, y el problema radica en los objetivos que se les marcan. Y dado que este equipo no aumenta, resulta difícil también que en número de actuaciones que realizan pueda registrar incrementos significativos.

En estos momentos, dos tercios de las actuaciones a realizar los fija el Estado, y un tercio el Govern balear, con el asesoramiento de patronales y sindicatos. Así, el capítulo de economía sumergida queda bajo las competencias del Gobierno central y el de relaciones laborales en las del Ejecutivo autonómico. Lo que los sindicatos quieren es que ese reparto se equilibre al 50% como sucedía en 2010.

De este modo, como parte de los objetivos que se puedan fijar desde Balears, se quiere intensificar la lucha contra la citada sobreexplotación, con "campañas masivas" de vigilancia sobre los contratos a tiempo parcial o de carácter temporal, y con controles sobre las horas extra y los descansos semanales. Porque sin estos fraudes, los sindicatos creen que el paro hubiera sido muy inferior al que se ha registrado durante la temporada turística recien concluida.

Desde CC OO y UGT se mantiene la advertencia que se viene haciendo durante las últimas semanas: si no se planifican los citados controles, se deberán realizar igualmente porque la intención de los sindicatos es presentar una avalancha de denuncias en esta materia durante 2013.

Además, se reclama un seguimiento sobre el trabajo realizado. Como ejemplo, se recuerda que este año se ha hecho especial hincapié en la vigilancia sobre los refuerzos en restauración para los fines de semana, en los vendedores de los mercadillos o en las trabajadoras de prostíbulos. La intención es ver, una vez estas personas son dadas de alta por el empresario, cuanto tiempo tardan en volver a ser dadas de baja, para así determinar la efectividad real de este tipo de actuaciones, muy cuestionadas desde el propio personal de la Inspección en Balears.