­Unos 50 jubilados, que desde el martes llevan encerrados en el Ib-Salut, protestaron ayer por los pasillos de Son Espases para concluir su movilización en la gerencia y se enfrentaron al gerente Juan Sanz pidiéndole su dimisión. Cada uno tiene su historia, pero todos tienen algo en común y es que a partir de la próxima nómina dejarán de percibir el complemento de su pensión, que supone entre el 30 y el 40% del total de los emolumentos. Traducido en euros para uno son 600 euros pero para otros la cifra es mayor. Por ello, uno de sus portavoces Jaume Pou aseguró que los afectados están "indignados y preocupados".

En el enfrentamiento entre jubilados y directivos de Son Espases, hubo tensión. Primero reclamaron al gerente que hiciera "algo" para ayudarles, después los ánimos cambiaron. "Quiero volver a trabajar aunque sea limpiando cristales", espetó una afectada a Sanz. "Nos han engañado", "mentiroso" o "roban a los jubilados" fueron unos de los lemas más coreados. Las palabras de otro de los portavoces, Juan de Dios, a Sanz fueron claras: "Dimite y vete. Todos te consideraremos una persona digna. Este decreto es anticonstitucional. Nos fuimos con una resolución y ahora nos estáis robando nuestra pensión". Tras aguantar los gritos y las explicaciones, Sanz respondió que entendía la protesta pero aseguró que "no puedo estar en contra del decreto", unas palabras que desataron aún más el desespero de los jubilados, muchos de los cuales mantienen a sus hijos en paro.