La presencia del mosquito tigre se extiende a Calvià y Esporles. Así, esta especie invasora originaria del sudeste asiático ya ha llegado a cinco municipios mallorquines tras localizarse la primera zona de cría en Bunyola, Palma y Marratxí. El doctor Miguel Ángel Miranda, investigador del Laboratorio de Zoología de la UIB, detalló que desde que una vecina de Bunyola alertó de la presencia de este mosquito el pasado 14 de septiembre, el equipo universitario ha instalado 160 "ovitrampas" en 18 zonas. Esta acción permitirá elaborar un mapa de distribución de esta especia invasora, que se encuentra entre las cien que con más facilidad colonizan un hábitat. De momento, cinco municipios mallorquines ya cuentan con la presencia del mosquito tigre.

Miranda aportó estas novedades en la conferencia del Club Diario de Mallorca, un acto que contó con la presencia de la directora general de Medio Natural, Neus Lliteras, quien avanzó que se colocarán un total de 400 trampas para detectar la presencia del insecto en toda la isla. Además avanzó que se editará material informativo para combatir el mosquito y se organizarán charlas en los núcleos afectados. "Aplicamos las medidas necesarias para que esta plaga no se convierta en estable", afirmó Lliteras.

Para poder tomar las "decisiones correctas", la responsable de Medio Natural agradeció la presencia en la conferencia de ayer del jefe de Servicio de Control de Mosquitos en la Bahía de Rosas y Baix Ter, Eduard Marqués, quien aportó la experiencia vivida en Girona con los mosquitos tigres. El principal consejo de Marqués fue simple: "Evitar el agua estancada en casa porque la gran diferencia es que el mosquito tigre es urbano. El profesor de Zoología de la UIB añadió que este insecto se adapta muy bien a los ambientes urbanos porque puede criar en pequeños reservorios de agua como los que se producen en los troncos de los árboles, en los neumáticos de vehículos, en cubos, canales o en las cerámicas que se colocan debajo de las macetas. "Lo más importante es que muchos de estos puntos de agua estancada los creamos nosotros y ello facilita el control", aseguró Miranda. Acto seguido, recordó el lema utilizado en Girona para combatir su plaga: "Al mosquito tigre, ni agua". Marqués detalló que empezaron a trabajar contra esta especia invasora en 2008 con una campaña de sensibilización de la población con programas en los centros educativos, anuncios publicitarios o trípticos informativos. También montaron una red para detectar la presencia del mosquito tigre en la zona y tomaron medidas de control en los focos de entrada lo que permitió extinguir la plaga.

Los expertos reiteraron la necesidad de contar con la colaboración ciudadana para detectar la presencia de este mosquito en otras zonas de la isla. "Es fácil de identificar", concretó Miranda, ya que se le conoce por las rayas blancas que tiene en las patas, en el tórax y en la cabeza. "No se debe generar ninguna alarma", sentenció. El experto aseguró que es difícil que este insecto se convierta en transmisor de virus como dengue, chikungunya o west Nile. "Lo más molesto son las picaduras pero su dolencia depende de la sensibilidad de las personas afectadas. A mí me picó y no me hizo nada", reveló.

Los expertos de la UIB todavía desconocen el origen de su introducción en la isla. Una hipótesis es que llegara con un transporte de mercancías procedentes de Cataluña, Alicante o Castellón.