La Inspección de Trabajo ha abierto una investigación por la presunta contratación irregular de catorce personas de origen rumano en el hotel Formentor, propiedad del grupo Barceló. Según las primeras indagaciones, estas personas se habrían incorporado al establecimiento como estudiantes en prácticas a través de una empresa de trabajo temporal afincada en Rumanía.

El grupo Barceló asegura que tuvo conocimiento de las presuntas irregularidades administrativas "la semana pasada a través de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social". El grupo de supuestos alumnos rumanos se unió a la plantilla del alojamiento durante los meses centrales del verano. Tras las primeras pesquisas, se sospecha tanto del expediente académico de los jóvenes como del reconocimiento legal de su universidad. "Al parecer -señala la cadena hotelera-, la empresa intermediaria ha actuado al margen de la legalidad vigente".

En un comunicado remitido por Barceló Hotels & Resorts, la compañía mallorquina manifiesta "su indignación ante el aparente fraude del que ha sido víctima y ha puesto todos sus medios a disposición de las autoridades para, en coordinación con los representantes de los trabajadores y las organizaciones sindicales más representativas, colaborar en el esclarecimiento definitivo de los hechos y en la restitución de los derechos de las personas que eventualmente hubieran podido verse afectadas por los mismos".

Como consecuencia de los hechos, la cadena ha tomado la decisión de prescindir "de forma inmediata" de los servicios del director del hotel y del jefe de personal del mismo "por no haber seguido los protocolos y normas establecidos por la Dirección Corporativa de la cadena hotelera y no haber tomado las medidas oportunas de inmediato". Según confirmó el secretario de Acción Sindical de la UGT, Manuel Pelarda, la denuncia parte de este sindicato al constatar que el "procedimiento" de contratación adoptado por el hotel y el trabajo asignado a los empleados "no sonaba muy bien". Los rumanos, explica Pelarda, cobraban 300 euros al mes.

El secretario de Acción Sindical de UGT agradeció la colaboración de Barceló en el esclarecimiento de este asunto. El grupo turístico sostiene que el entonces director no trasladó la queja a la cúpula de la compañía y que solo tuvo conocimiento de los hechos cuando intervino Inspección de Trabajo.

La cadena mallorquina manifiesta que "ha sido víctima de un fraude" cometido por una empresa de trabajo temporal que actuó al margen de la legislación vigente. Ante la supuesta inacción de los responsables del hotel, el grupo decidió despedir al director del alojamiento y al jefe de personal por obviar los protocolos y normas establecidos por la Dirección Corporativa.

La cadena Barceló Hotels & Resorts, la división hotelera de Barceló Corporación Empresarial, es la cuarta cadena de España y la 30 más grande del mundo. Actualmente cuenta con 140 hoteles y cerca de 38.000 habitaciones distribuidos en 16 países.

En su división hotelera, Barceló dio empleo a cerca de 24.000 personas en 2011, 4.000 de ellas en España. Según resalta en un comunicado, Barceló Hotels & Resorts promueve acuerdos con las principales escuelas y universidades, con el fin de formar a sus futuros empleados desde la base, dándoles además la oportunidad de conocer y practicar todos los conocimientos teóricos adquiridos en sus estudios. "El plan de prácticas de la cadena, dentro del marco legal vigente dirigido a fomentar la creación de empleo, se extiende a nivel mundial en todos los destinos", señala la compañía.

Poca vigilancia

Las investigaciones abiertas tanto en el Formentor como en el Nikki Beach de Magaluf a raíz de sendas denuncias vienen a dar la razón a los inspectores de trabajo, quienes cuestionan las prioridades de sus jefes de departamento. Los funcionarios consideran que la vigilancia de motu propio sobre el sector turístico ha sido mínima durante este verano.

Los sindicatos se han mostrado muy críticos por el bajo nivel de contratación y el exceso de horas acometidas por los empleados de los hoteles durante una temporada caracterizada por la masiva llegada de turistas. "Estamos muy preocupados por hechos como los del Nikki Beach y el Formentor", señaló ayer Pelarda.