­Diversas asociaciones que tratan con personas que padecen algún tipo de enfermedad mental en las islas reclamaron al Govern ayer, día mundial de la salud mental, más fondos con los que avanzar en la prevención de estas enfermedades y para el tratamiento de estos pacientes dentro de su comunidad, hecho que recalcaron que reduce los ingresos hospitalarios y supone, a la postre, un ahorro para las arcas públicas.

Guillem Febrer, gerente de la Associació Estel de Llevant, dio algunos datos en los que sustentar estas reclamaciones. Como que en Balears hay 182.626 pacientes diagnosticados con algún tipo de enfermedad mental (148.197 en Mallorca). O que los pacientes con patologías psíquicas graves como trastornos bipolares o esquizofrenias ascienden a 4.568 en el conjunto del archipiélago y a 3.652 tan solo en Mallorca. O que el treinta por ciento de la población reclusa, a nivel general, está afectada por estas patologías

A la hora de reclamar soluciones, Febrer se "conformó" con que las Administraciones Públicas arbitren las medidas necesarias para que los individuos afectados por estas enfermedades "se puedan desarrollar en plenitud en su comunidad". Y para justificar económicamente estos gastos en tiempos de crisis, añadió que los ingresos hospitalarios de estos pacientes disminuyen hasta un 61% cuando son tratados en su entorno social, un ahorro que, opinó, debería ir destinado a una mejor financiación de las asociaciones sociales que trabajan con ellos.

Iria Sanz, gerente de la asociación Gira-Sol, pidió por su parte más inversión en investigación sobre tratamientos químicos y comunitarios que permitan una más rápida recuperación del paciente y no dejar abandonadas, como ocurre en la actualidad, las enfermedades mentales infantiles así como la prevención de las primeras crisis psicóticas.

Más pragmático, Pere Quetglas, gerente de la Fundació Es Garrover, que promueve la inserción laboral de este tipo de enfermos, abogó por no esperar a una Administración que nunca ha estado y a la que con la actual crisis económica no se la espera. Así, reveló que han desarrollado un proyecto en el que sus pacientes trabajan en un huerto ecológico que surte de productos a los mejores chefs de la isla e hizo un llamamiento a aprovecharse de la responsabilidad social corporativa de la que cada vez hacen más gala las empresas privadas.

En el nombre de los usuarios de estas asociaciones, Guillermo Pericás, reclamó a la Administración que se reúna con ellos con el objeto de hacer buena la máxima Nada sobre nosotros sin nosotros.

Irene Escandell, presidenta de una asociación de Eivissa y al mismo tiempo de la Federación Balear de Familias y Personas con Enfermedad Mental, instó a actuar en las grandes olvidadas del sistema sanitario público (las enfermedades mentales) ya que, reveló, ocasionan un gasto de entre el 3% y el 4% del PNB de los países desarrollados que podría reducirse con más medios y prevención. El debate estuvo moderado por Antoni Gomila, catedrático y profesor del departamento de Psicología de la UIB.