"Buenos no sé si son...", respondía un profesor al 'buenos días' de un compañero en el arranque de este nuevo curso marcado por los recortes, las protestas y las camisetas verdes, esas que ya son el emblema de la defensa de la calidad de la enseñanza pública, y que en esta primera jornada se han constituido en el uniforme de un gran número de docentes de las islas. El profesor no sabe si serán buenos días porque este nuevo curso tendrá más alumnos por clase - un 4,1 % más que en el ciclo anterior- y habrá 600 compañeros menos con los que compartir el trabajo. El llanto de los primeros niños rompe la conversación.

Los pequeños van llegando de la mano de sus padres al colegio. Algunos frotándose los ojos por el sueño; otros, contentos y energéticos, metían prisa a sus progenitores para que llegaran lo antes posible a clase. "Mi hijo lleva desde las siete y media de la mañana diciéndome que me diera prisa para no llegar tarde", decía una madre que llevaba a su pequeño al Col.legi Públic de Pràctiques.

Había chicos despistados que buscaban dónde tenían que reunirse con sus compañeros para ir a clase. Por el camino, abrazos de reencuentro y risas que chocaban con las lágrimas de otros que caminaban rezagados de la mano de su madre y que no tenían prisa alguna por entrar al centro.

Pero los profesores ya los estaban esperando con una sonrisa y dando indicaciones para que nadie se perdiera en el pequeño caos que se había formado en el patio del colegio. Para ellos también empezaba el primer día de un largo curso que deberán gestionar "lo mejor que podamos".

Los maestros aseguraban que este año "habrá más tensión, más estrés, será más difícil detectar qué necesidades tiene cada niño...pero intentaremos hacerlo lo mejor posible". Pero apuntaban y recordaban que "no solo se educa en las aulas, en casa también se tiene que reforzar la tarea de aprendizaje ".

Algunos padres ya se han concienciado de ello, saben cómo está el panorama y el ánimo en el sector educativo, por eso, muchos afirmaban que "me implicaré más en la educación de mi hijo", ya que ahora los niños compartirán profesor y aula con más compañeros que en anteriores cursos. Una circunstancia a la que los padres han conseguido encontrar el lado bueno "eso también ayudará a los niños a aprender a espabilarse solo con los estudios".

En los corrillos de padres y niños que se habían formado en el patio de la escuela tampoco ha faltado el tema que ha marcado el inicio del curso 2012-2013: la subida del IVA. "Se ha notado mucho en los libros y en el material escolar", comentaba una madre, "encima no ponen facilidades para poder reutilizar las cosas de un curso para otro. No sé quién lo ordena así, pero ya me he gastado 200 euros en cada niño y aún no han empezado".

Al son de la campana, los pequeño, en fila, se dirigían a la que será su aula este curso, siguiendo a su maestro, con la emoción del primer día de clase aunque este esté empañado por el descontento de padres, madres y profesores. Pero eso son cosas de mayores, ellos, entre saltos, gritos y nervios, se disponen a iniciar un año de aprendizaje y juegos con sus compañeros.

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