Balears registró 2.907 disoluciones matrimoniales durante el pasado año, lo que supone un incremento del 2,1% respecto al ejercicio anterior frente a la media española del 0,3%. Eso implica que en las islas se registraron 2,61 rupturas por cada mil habitantes, una de las tasas más altas de todo el país, solo superada por las 2,86 de Canarias, las 2,70 de la Comunidad Valenciana y las 2,63 de Cataluña, según los datos facilitados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (Ine).

Por tipología de estas disoluciones, 2.770 correspondieron a divorcios, 136 fueron separaciones y la lista la completa una nulidad, correspondiente a una pareja formada por un hombre de nacionalidad americana y una española que llevaban menos de tres años casados.

Según este informe, los matrimonios que tienen una duración de seis a diez años son los que presentan una mayor fragilidad, con 635 divorcios en las islas, una cifra que solo superan las parejas que llevaban más de 20 años casadas, con 734 casos, aunque este último tramo es evidentemente más amplio que el anterior.

Respecto a la edad de los cónyuges que se divorcian, la más habitual es la que va de los 40 a los 49 años, aunque este dato aparece más pronunciado en los varones.

Un aspecto a destacar es que las mujeres presentan más demandas de divorcio que los hombres, con 1.168 casos para las primeras frente a las 739 de ellos, mientras que 850 fueron conjuntas.

Por nacionalidades, los extranjeros con más casos de divorcio en el archipiélago son los procedentes de América.