Uno de cada tres baleares podría sufrir una deshidratación durante los meses de verano, según los datos del estudio sobre "Hábitos de Hidratación y Salud de la Población Española" en el que han participado 2.000 personas mayores de 18 años de toda España.

Este estudio elaborado por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) en colaboración con la Organización Médico Colegial (OMC) refleja que aunque el 98 % de los baleares afirma no haber sufrido nunca una deshidratación, el 59 % ha presentado alguno de sus síntomas.

Un 21 % de los entrevistados ha notado sudoración excesiva y el 29 % cansancio y somnolencia, mientras que el 55 % de los baleares ha afirmado que bebe cuando siente sed.

La jefa asociada del servicio de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, Pilar Riobó, ha advertido de que hay que cambiar este hábito, puesto que "cuando aparece la sensación de sed ya se han perdido líquidos y existe una cierta deshidratación".

Algunas de las principales causas de la deshidratación en verano son no beber lo suficiente, practicar deporte e ir a la playa.

Un 90 % de ciudadanos de Baleares beben menos de lo necesario y un 58 % asegura que le resulta difícil llegar a los 2,5 litros de agua al día recomendados, por lo que Riobó ha señalado que "ingerir variedad de bebidas como agua, refrescos, zumos e infusiones ayuda a alcanzar los niveles óptimos de hidratación".

Entre quienes practican alguna actividad física durante el verano, el 74 % no se hidrata correctamente, con un 52 % de personas que beben solo cuando tienen sed y un 11 % que lo hacen tras finalizar el ejercicio, cuando lo correcto es beber antes, durante y después del deporte.

El estudio refleja que durante una jornada de playa o piscina, casi la mitad de los baleares, el 43 %, no bebe con la frecuencia necesaria y un 35 % puede pasar hasta tres horas sin tomar nada, aunque el 80 % de los encuestados afirma beber más en verano que en invierno.

Los expertos advierten de la importancia de mantener siempre unos niveles óptimos de hidratación como parte esencial de la salud y más aún en el caso de personas mayores, en tratamiento con fármacos diuréticos, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, niños y personas enfermas.

La OMC y el OHS han elaborado un decálogo de recomendaciones entre las que se encuentra beber de 2 a 3 litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades, aumentarlas en caso de actividad física y vigilar las pérdidas excesivas de líquido a través del sudor.

Se insta también a llevar siempre una botella con líquidos que recuerde la necesidad de beber y no confiar únicamente en la sensación de sed, así como beber variedad de bebidas e ingerir alimentos ricos en agua.

Se debe evitar el consumo de bebidas alcohólicas, mantenerse en un ambiente fresco y ventilado, vigilar la adecuada ingesta de líquido de la población más vulnerable y en caso de duda consultar a los especialistas de la salud.