­La frase de Miquel Nadal ante la sala segunda de la Audiencia describiendo el control absoluto que Maria Antònia Munar, su compañera de banquillo, ejercía sobre el partido Unió Mallorquina (UM), el Consell y Mallorca fue tomada por la expresidenta del Parlament como un cumplido. Munar se giró hacia los periodistas y comentó: "lo dice él, no yo". Y sonrió.

Esa férrea supervisión de Munar sobre todo lo trascendente que sucedía en Mallorca ha sido uno de los puntales para levantar la sentencia donde se le condena a 5,5 años de cárcel por desviar 240.000 euros del Consell. A Munar, la política más hábil e influyente de Baleares, le perdió su afán por dominar.

1. Control extenso

Munar sabía todo lo que se cocía en la isla

Conocimiento y plan. La Audiencia, con base en el testimonio del arrepentido Miquel Nadal (condenado a dos años y siete meses y medio de cárcel) mantiene que se pergeñó, en 2004, un plan para que UM comprara la mayoría del capital de la productora Vídeo U. Munar, presidenta del Consell y del partido, fue ilustrada por Nadal sobre las negociaciones para adquirir la empresa. "Yo era muy escrupuloso al informar a la señora Munar de todo; sabía de la rigidez de la presidenta con aquellos que no le contaban las cosas. Era una buena presidenta, estricta en su presidencia; tenía un control extenso de las cosas importantes del partido, la isla y el Consell", se sinceró Miquel Nadal.

2. Una TDT para UM

Querían una televisión del partido, pero camuflada

Locos por la imagen. Nadal y Munar estaban preocupados por conseguir, en el reparto de canales de TDT de ámbito local que iban a hacer sus socios del PP, una televisión controlada por ellos, pero sin que se les viera el plumero. Así, idearon adquirir Vídeo U mediante testaferros. Su afán por cuidar su imagen les perdió. Matas frustró su sueño y denegó la licencia de TDT al "socialista" Miquel Oliver, quien, junto a Alfredo Conde (sentenciado a 3 años), colaboró en la idea.

3. Sin interés público

El programa nunca fue emitido. Ni falta que hizo

En su propio beneficio. Nadal y Munar idearon nutrir de fondos a Oliver, la persona que aparentaba ser dueño y señor de Vídeo U y a Conde, el concesionario de la radio pública Ona Mallorca. Sotomayor, jefa de prensa del Consell, acató las órdenes de sus superiores: vistió el expediente para "patrocinar" Temps d´Esport. El espacio, pensado para radiar partidos del Mallorca en catalán (un gancho clásico), nunca se emitió. Ni falta que hizo. Falló el interés social.

4. Imputados creíbles

La sala cree a los arrepentidos

Corroborados. Algunos imputados, especialmente Munar y Sotomayor, han atacado con dureza la figura de los arrepentidos, imputados que, tras pactar con la fiscalía o sin llegar a acuerdos previos, han confesado los hechos y, en ocasiones, han de vuelto el dinero desaparecido.

Para Munar y Sotomayor, los arrepentidos han mentido descaradamente, instados por la fiscalía y para eludir la prisión.

No obstante, los magistrados han dado credibilidad a esos imputados (Miquel Oliver, Luisa Almiñana, Ramón Rullán y Miquel Nadal): su versión se ha visto corroborada por otras pruebas.

"La declaración del señor Miguel Oliver en el plenario nos ofrece una base sólida y (ha sido) corroborada", esgrime la sentencia sin tapujos.

El fallo, incluso, contiene un párrafo donde se constata que existen más pruebas: como el rosario de desatinos a la hora de conformar los dos expedientes de las subvenciones. Los fundamentos de derecho de la bien redactada sentencia de la ponente Mónica de la Serna Pedro desgranan esas evidencias. Ante la contundencia y claridad del tribunal, Munar ha reaccionado con una nota donde se queja de que "la sentencia ha sido construida sobre mentiras de gente que recibe privilegios procesales".

5. Testaferros de barro

El pariente jubilado de Munar se hizo un buen lío

García, el incongruente. La sentencia explica cómo Miquel Nadal se buscó un testaferro de lujo: su amigo de la infancia, pariente, asesor y experto jurista Miguel Sard. Este imputado, absuelto al igual que Víctor García, el hombre de paja de Munar, se cuidó de poner una sociedad pantalla para camuflar su presencia en Vídeo U. Pero García, cuyo pequeño papel en este gran drama le cayó por ser el segundo marido de Mita Munar (Coloma Munar), prima segunda de Maria Antònia Munar, se metió en un buen berenjenal con sus declaraciones.

El jubilado de Telefónica leonés es definido por los magistrados como la incoherencia personificada. "No sé si fui testaferro de Miquel Nadal o de otra persona; lo que sé es que no fui testaferro de Maria Antònia Munar", balbuceó el imputado. La sala no le creyó. García intervino al principio de la compra de Vídeo U y al final, cuando la Policía pisaba los talones a los imputados. Su subordinación a Maria Antònia ha quedado más que acreditada.

6. El ruido y las nueces

El fallo rebate las pruebas exculpatorias

Los chóferes de Munar no convencieron. Nadal, en su prurito de quedar bien ante el tribunal, afirmó que Munar le había dado los 300.000 euros para comprar Vídeo U en la noche del 21 de noviembre del 2004, en el coche oficial de aquella y camino de Inca a Palma. Seguramente que ese día no se hizo "el pase" del dinero, pero la defensa de Munar se empeñó en demostrar que esa noche no había viajado en el coche oficial. Testificaron dos exchóferes de Munar, pero no convencieron al tribunal. La fecha es lo de menos importancia.