El profesor de la UIB Ivan Murray relató que las islas reciben 11,8 turistas por cada habitante. El dato parece no llamar la atención, ya que sale de dividir los 12 millones de turistas por el 1,2 millones de residentes. Sin embargo, Murray relató las consecuencias que conlleva la vida en una comunidad turística como la nuestra, especialmente por la estacionalidad.

La conclusión de los estudios de Murray es que cada isleño debe soportar durante la mayor parte del año unas infraestructuras pensadas para 12 millones de personas que solo pernoctan en nuestra Comunidad durante la temporada alta. "Contamos ­–afirmó Murray– como uno de los ratios más elevados de turista por habitante de todo el planeta y ello tiene una clara incidencia a nivel cultural y especialmente a nivel económico. Debemos sufragar unas infraestructuras dimensionadas para una cantidad de gente que solo está en las islas dos o tres meses al año". Según el profesor de la UIB, esta sobredimensión que provocan los 11,8 turistas por cada habitante también se ha trasladado a la hora de las inversiones públicas, ya que siempre se ha priorizado las inversiones en mejora para el sector turístico en las islas.

El sobrecoste del mantenimiento de depuradoras, desaladoras, autopistas, hospitales, puertos y aeropuertos, entre otras infraestructuras y servicios, es la consecuencia de que el coste de vida en las Islas Balears sea de los más elevados de España y uno de los más altos de Europa.