Ayer, 1 de julio, se estrenó el copago farmacéutico. La primera jornada de la aplicación de la nueva medida transcurrió con "normalidad" y "sin incidencias". Así, lo confirmó el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Balears, Antoni Real, y lo corroboraron varias de las farmacias que ayer estaban de guardia en Palma. De todas maneras, los farmacéuticos ya remarcaron que hoy será la "prueba de fuego" del nuevo modelo de aportación farmacéutica. Eso sí, las jornadas del viernes y del sábado los establecimientos registraron una mayor afluencia de pensionistas.

"El viernes y el sábado tuvimos una avalancha de pensionistas que venían con recetas. Se llevaban todo lo que podían para evitar el copago", explicó ayer un farmacéutico de guardia.

A pesar de que había un temor inicial de que se registraran incidencias, Real confirmó ayer al mediodía que no se había producido ningún tipo de problemas en unas 16 farmacias de la isla. Lo único que resaltó el presidente de los farmacéuticos era la "desinformación" por parte de los usuarios y que en unos tres establecimientos se había notado "cierta lentitud" por el propio sistema informático.

"Prueba de fuego"

La prueba de fuego del copago farmacéutico será hoy. Es verdad que a lo largo de la jornada dominical el Servei de Salut tenía que colgar la aplicación que permita a los farmacéuticos, al pasar la tarjeta sanitaria por el lector, saber qué porcentaje del medicamento deben abonar los usuarios al Sistema Nacional de Salud.

Con el nuevo copago farmacéutico, implantado por el Gobierno central para lograr un ahorro sanitario de unos 7.000 millones en todo el país, los pensionistas pagarán por primera vez por sus medicamentos. Los únicos que los seguirán teniendo gratis son los que tengan pensiones no contributivas o con rentas mínimas de inserción.

Los pensionistas que ganen menos de 18.000 euros anuales aportarán el 10% del precio de los fármacos, hasta un máximo de ocho euros mensuales, una cantidad que aumenta a 18 euros si las rentas son superiores a 18.000 euros. Aquellos jubilados que ganen más de 100.000 euros pagarán el 60% del precio de las medicinas, con un máximo de 60 euros al mes. En el caso de que los pensionistas abonen cantidades superiores a los límites establecidos para su renta, el Servei de Salut les reintegrará esta cantidad en un plazo máximo de seis meses.

Si los fármacos se han adquirido a través de la receta electrónica, la devolución se hará a través de una transferencia bancaria a la cuenta donde el usuario percibe su pensión. La cosa se complica con la receta tradicional, ya que en este caso el propio usuario deberá solicitar personalmente el reembolso al Servei de Salut.

Miquel Mestre fue uno de los primeros en estrenar el copago farmacéutico. A la salida de una farmacia de Palma, explicó que acudió con una receta y le tocó abonar 90 céntimos. Y es que ayer reinaba cierta resignación entre los primeros usuarios que tuvieron que pagar por adquirir sus fármacos. "No podemos hacer nada, resignarnos", señaló. En otra farmacia de guardia, Jaume Maians acudió para adquirir un medicamento pero al final esperará a la jornada de hoy porque aún no estaba operativo el sistema informático. "Me han dicho que lo normal es que tuviera que abonar un 10% pero depende de la condición de pensionista. Como puedo esperar, ya vendré mañana [por hoy]", detalló. Al ser preguntado sobre la nueva medida, no dudó en dejar claro que durante muchos años ha habido mucho "descontrol". "Algunos tenían una rebotica de medicamentos", añadió. "Si han tenido que tomar una medida tan drástica como el copago es que la situación es muy, muy mala", sentenció.

Los que no son pensionistas

Los usuarios que no son pensionistas, también abonarán parte de los fármacos en función de su renta. Hasta el 30 de junio, estos usuarios pagaban el 40% del precio de los fármacos, menos los crónicos que abonaban un 10% y los funcionarios de Muface, que pagaban un 30%. Con el copago farmacéutico, las personas activas con una renta anual menor a 18.000 euros seguirán con el 40%, una cifra que aumentará al 50% para los que tengan ingresos de entre 18.000 y 100.000 euros. Los ciudadanos con rentas superiores a 100.000 euros anuales deberán pagar el 60% de los fármacos. Por primera vez, los medicamentos serán totalmente gratuitos para las persona que no tengan ninguna prestación por desempleo o solo perciban una renta mínima de inserción.

Críticas

A pesar de que la primera jornada del copago transcurrió sin incidencias, Real criticó que no se haya establecido un periodo de pruebas para poder afrontar los problemas que pudieran aparecer. No dudó en remarcar que el Gobierno se ha "precipitado" en la aplicación del nuevo modelo de copago farmacéutico que supone aplicar distintos porcentajes de pago para los fármacos que se miden en función de la renta de los usuarios.