Ahora que el presidente del Govern ya tiene sobre su mesa la dimisión de Carmen Castro, corremos el riesgo de quedarnos con un Govern sin mujeres, anda que... Si no vuelve a dar marcha atrás por segunda vez, parece que quedan pocas horas para que Bauzá dé a conocer la más que sabida remodelación del Ejecutivo. El presidente ya ha cuadrado los nombres del nuevo gabinete en su iPad azul –lo del cuaderno de Aznar ya forma parte de la prehistoria, nuestro presidente es un moderno–, y el Consolat se prepara para dar el notición del verano, ya ven qué ilusión.

A Bauzá le conviene fichar a un buen sustituto de la consellera de Sanidad y Bienestar social, el relevo de la ibicenca ha sido anunciado tantas veces que el presidente corre el riesgo de decepcionar las elevadas –ejem– expectativas creadas. Pese a que ha dicho que no varias veces, los médicos siguen creyendo que el exgerente del Hospital de Manacor y actual director-gerente del Hospital General de Muro, Antoni Mesquida, terminará por sustituir a Castro mañana mismo. El hermanísimo –las fotos de la entrevista a Joan Mesquida en este diario siguen suscitando comentarios en el PSOE, el exsecretario de Estado de Turismo ha perdido 15 kilos nada menos– reúne el perfil que requiere el gigante del IB-Salut en estos momentos, pero parece que a Mesquida II no le incentiva calmar los ánimos encrespados de sus colegas con bata blanca.

Por lo demás, que se sepa habrá pocas sorpresas. La crisis será mini; aunque Bauzá les abroncara de lo lindo la semana pasada, en el fondo se conforma con sus consellers. El relevo de Castro podría completarse con el nombramiento de un viceconseller –por supuesto, le dirán otro nombre, pero es eso– en la Vicepresidencia económica. César Nuño Pacheco, director general de Comercio y Empresa, hizo méritos en la reunión de marras con el presidente.

La vieja guardia de UM tiembla ante la sentencia de Munar

Soportaremos la terrible espera con Unió Mallorquina, el partido que incluso desaparecido proporciona más entretenimiento que PP y PSOE juntos. La semana que viene está previsto que se notifique la primera sentencia contra Munar, y en medios jurídicos ya hay pavor por la "escabechina" que se aventura contendrá el fallo judicial. Las defensas de los principales imputados ya se preparan para penas de cárcel "muy duras", por lo visto a los jueces de la Audiencia no les tiembla la mano para castigar la corrupción política. Es más, se especula con que los ´arrepentidos´ –entre los que se incluye a medias Miquel Nadal– tampoco se irán de rositas, las penas pueden ser mayores de las solicitadas por la Fiscalía Anticorrupción, cabe recordar que así lo pidió la acusación particular.

La condena a tres años de cárcel para Xisco Buils no solo ha supuesto un varapalo para él, también la vieja guardia de UM ha puesto sus barbas en remojo. "Estos jueces están locos", repiten en privado antiguos barones del partido, que no dan crédito a tener que ver desfilar hacia la carretera de Sóller a viejos conocidos.

Por cierto, el magistrado Diego Jesús Gómez-Reino, ponente del fallo condenatorio al exconseller de Turismo, ha tenido que hacer un cursillo acelerado de ´Uemeología´. La sentencia contiene párrafos que, más que un texto jurídico, recuerdan a las crónicas periodísticas de la guerra fratricida en UM por el poder, la legislatura pasada: "(...) en aquellas fechas el partido se hallaba dividido en tres posiciones o facciones: los de la Liga del norte, los Munaristas (partidarios de la que hasta entonces había sido presidenta del partido Doña Antonio [sic] Munar Riutort), a los que pertenecía el propio Buils, y los Nadalistas".

Rodríguez amenazó a Bauzá con presentar un candidato alternativo para el PP insular

Ciertamente, el ´nuevo PP´ ha ganado en aburrimiento, solo se salva en escasas ocasiones y con contados personajes, tal es el caso de Rodríguez. Últimamente don José María estaba muy calmado con Bauzá, pero de repente ha sacado de nuevo sus armas, en esta ocasión para vetar a Jaume Crespí, que quería ser el nuevo presidente del PP de Mallorca. El alcalde de Deià y hombre fuerte del presidente en el Consell de Mallorca era el candidato de Bauzá para sustituir al ´quemado´ Joan Rotger, pero encontró una velada oposición interna entre la mayoría de alcaldes.

Con todo, parece que la clave en la marcha atrás de Bauzá fue la amenaza de Rodríguez de "presentar 600 avales" a favor de un candidato alternativo. Cosa rara en Bauzá, al final rectificó y de ahí se explica que Jeroni Salom, el alcalde de Binissalem, finalmente haya resultado el elegido. A don José María le importa –y mucho– el próximo congreso del PP insular, pues exige su cuota para cargos de Palma en la nueva dirección, y con Crespí habría tenido roces, como mínimo.