La economía balear deja de ingresar cada año entre 3 y 6 millones de euros debido a las reticencias de las compañías chárter de grandes yates a operar en Baleares debido al impuesto que pagan específicamente, solo en España, las embarcaciones de más de 15 metros.

Así lo ha señalado la presidenta de la Asociación de Empresas Náuticas de Baleares (AENB), Margarita Dahlberg, con ocasión de la celebración en Palma de la jornada "El futuro de los superyates", que ha sido inaugurada por el presidente de Baleares, José Ramón Bauzá.

España es el único país de Europa donde las embarcaciones de chárter superiores a 15 metros de eslora que realicen su actividad o se alquilen a residentes están gravadas con el impuesto especial sobre determinados medios de transporte, conocido como el impuesto de matriculación (IM). El tipo del impuesto es del 12 % del valor del yate.

Dahlberg ha calificado de "ridículo" este impuesto, que no existe para otras industrias españolas como la del automóvil o la aeronáutica, donde no se grava el tamaño, al tiempo que ha lamentado la cifra millonaria que el sector privado balear -la industria de reparación de barcos, de alquiler de coches, restauración, floristería, etcétera- está dejando de ganar cada temporada, sobre todo en un momento de crisis.

En este sentido, Bauzá ha explicitado el "absoluto compromiso" de su ejecutivo para interceder frente al Estado español para que se elimine este impuesto porque es una reivindicación "justa y necesaria", y porque crea un "agravio comparativo" frente al resto de países europeos.

"Es necesaria -ha añadido- porque permitirá la entrada y ampliará en Baleares el mercado de los grandes yates, y es justa porque permitirá acabar con un impuesto que crea un agravio comparativo con el resto de Europa que nos perjudica seriamente".

El mandatario balear ha apostado por la industria náutica como fuente de creación de riqueza en Baleares, sobre todo en una situación económica de "extrema dificultad".

El sector náutico "ayuda" a impulsar la economía y crear empleo en cualquier comunidad, ha defendido Bauzá, quien se ha referido a la necesidad de resolver los principales problemas de este sector, caso del referido gravamen.

El presidente balear ha aprovechado la ocasión para expresar a los asistentes que su equipo de gobierno está trabajando para dar "buenas noticias" cuanto antes respecto de la eliminación de esta tasa.

"En Baleares queremos estar bien preparados y no vamos a renunciar a la excelencia para ser líderes en todos los sectores, pero específicamente en el sector náutico", ha subrayado el mandatario balear.

Bauzá ha reivindicado un marco impositivo en "igualdad de condiciones" en España respecto de países turísticos competidores como Italia o Grecia.

Desde el Govern balear se está convencido de que los ingresos directos e indirectos que se percibirían de los grandes barcos serían muy superiores a los que se logran con el referido impuesto de matriculación.

De hecho, Dahlberg ha especificado que la autoridad fiscal recauda cada año en Baleares 1 millón de euros por este impuesto, muy por debajo de esos entre 3 y 6 millones que la iniciativa privada deja de percibir.

La directiva ha recordado que en el mundo hay unos 700 barcos para alquiler que sobrepasan los 24 metros de eslora y que a España solo vienen 11, a pesar del deseo de sus propietarios y clientes de visitar las costas españolas y las Islas Baleares: "Es ridículo, es una pena", ha apostillado Dahlberg.

La presidenta de la AENB ha comentado que hasta el año 2009 el control sobre este impuesto era muy laxo al tratarse de un gravamen "absurdo", pero la crisis y la necesidad de recaudar dinero por parte del Estado ha hecho que se intensifique su recaudación.