Para la mayoría de los ciudadanos el de ayer era un día normal. Para los 16.326 padres que han solicitado plaza en algún colegio de las islas el 8 de junio era un día crucial: se publicaban las listas provisionales de admitidos.

Bastaba con ponerse a las puertas del colegio y mirar las caras para saber qué padres habían conseguido plaza y cuáles no: los primeros se iban sonrientes y llamando por el móvil para contar la buena nueva; los segundos abandonaban el centro con semblante resignado, decepcionado, enfadado o incluso, en el peor de los casos, entre lágrimas.

La cara de Pau Gordon era difícil de encasillar. Estaba como en shock: "Es que no me lo acabo de creer, estoy más contento con esto que si me hubiera tocado el Euromillón". Su hija de tres años ha conseguido entrar en La Salle, uno de los cinco colegios más demandados de la isla y que ofertaba cien plazas en 4º de Infantil. "El otro día escuché por la radio que es uno de los más solicitados y pensé que no lo conseguiríamos", explicaba, "anoche no pude dormir, mi mujer y yo hemos contado y recontado los puntos unas 40.000 veces, y unas veces salía que sí entraba y otras que no". Eligieron este colegio porque creen que es el que tiene mejor nivel y proyecto educativo, relataba Pau, mientras hacía una foto con el móvil al nombre de su hija en la lista. ¿De recuerdo? "No, para enseñárselo a mi mujer, que se lo he dicho por teléfono y no me cree".

"Te quitas un peso de encima al ver que ha entrado", decía más serena Rosa Mª Guerrero, "ahora mirábamos si han entrado también sus amigas". Por un lado, Rosa está más tranquila al conseguir el colegio que quería, y además al lado de su casa, pero por otro, explicaba, le da un poco de impresión pensar que estará tanto tiempo separada de su hija. El paso al colegio es una transición que se puede hacer dura tanto a los hijos como a los padres.

Juan Vic, ya tranquilo al haber comprobado que su hija había conseguido sitio, también se dedicaba a comprobar si sus amigos habían entrado. Se le veía relajado: "Ha salido bien la cosa, hemos tenido suerte, pero también tenemos punto por zona y por antiguo alumno, y además todos sus primos vienen aquí, estamos muy contentos".

"Es un día de decepción o alegría", resumía Consuelo, otra madre. En su caso, era un día de decepción al no haber conseguido plaza en La Salle, "y vivimos aquí delante, aunque desde hace poco". De todas formas considera que no es necesario cambiar el sistema de puntuación: "De alguna manera lo tienen que hacer, supongo".

Nati tampoco logró plaza para su hijo. Hace tres años que lo intenta por una cuestión de comodidad (vive por la Vileta y su hijo está en un colegio cerca de la plaza de toros) y ya se lo toma con filosofía: "Esto es como una lotería". Este año tenía más esperanzas por el aumento de ratios y reconoce que se había hecho "el cuento de la lechera". Critica que se hable de libre elección de centro cuando la que decide "es la conselleria".

Muchos padres consultaron las listas a través de la web de la conselleria de Educación (todo un avance en el proceso de escolarización) pero no se acaban de fiar del resultado y se acercaban a los colegios para buscar su nombre.

Así lo hizo Karin Coronado, que a través de internet vio que no había logrado plaza en el colegio de Pràctiques. "He venido a ver si me dicen porqué", explicaba, "aunque me dijeron que estaba difícil". Y es que este colegio público es el que mayor coeficiente de demanda ha tenido este año en todo el archipiélago. El de ayer era por eso un día agridulce para Tomeu Llorca , el director: dulce, porque siempre es "una satisfacción" que la gente solicite ir a tu colegio, demostrando además que la sociedad "apoya a la educación pública", que saben que es "de calidad"; pero también es duro no poder atender a esas 100 familias que han quedado fuera.

¿Qué tienen que hacer estas familias? Primero, esperar a las listas definitivas que saldrán el día 26. Si ese día no les aparece ninguna plaza asignada, sí figurará una cita con día y hora para ir a la oficina de Escolarización y buscar alguna vacante.