­Mario Sorribas, un exempleado de Nóos y desde hace años hombre de confianza de Iñaki Urdangarin, ha remitido un escrito al juez del caso Palma Arena definiéndose como un simple "obrero", que no tiene por qué pagar por los supuestos delitos de sus jefes. Sorribas, que en su declaración de marzo pasado, echó las culpas sobre las presuntas irregularidades del grupo Nóos a Diego Torres, ha cargado ahora contra éste por no querer declarar ante el juez.

La letrado de Sorribas, Esther Gabasa, comienza su escrito aseverando que "mi mandante un mero trabajador del grupo de empresas denominado Instituto Nóos".

Según la abogada, en la pieza separada 25 del caso Palma Arena "no existe ningún indicio de comisión de delito alguno". Pero, si se hubiese cometido ese ilícito penal, "nos parece indudable que éste habría sido realizado por el dueño o dueños de su empresa, más nunca por sus asalariados".

El escrito dirigido al magistrado de instrucción 3 prosigue en un tono duro: "No alcanzamos a entrever la posibilidad de que España sea el único autodeclarado Estado Social y de Derecho donde los obreros resulten imputados por los hipotéticos delitos cometidos por sus amos".

Esperando a Torres

Mario Sorribas se muestra en su escrito tremendamente decepcionado por la persistencia de Diego Torres en acogerse a su derecho a no declarar. Cabe recordar que el antiguo socio de Urdangarin en Nóos ya guardó silencio el pasado 11 de febrero y mantuvo idéntica postura el 22 de mayo reciente, cuando él había solicitado declarar voluntariamente.

"Esta defensa y los restantes trabajadores de la empresa (Nóos) estaban esperando con sumo interés la declaración de Diego Torres", comparecencia suspendida a petición del propio exnúmero dos del grupo.

Chafarderías de altos vuelos

Gabasa menciona a continuación las informaciones periodísticas sobre las investigaciones policiales en torno a cuentas corrientes de Urdangarin y Torres en el extranjero, y más en concreto, en Suiza y Luxemburgo. La letrado cita también las sospechas de que, tras estas cuentas, podrían estar personalidades importantes, "entre ellas nuestro Jefe de Estado". Pero el escrito apostilla: "Esta defensa no tiene tiempo ni ganas de chafarderías de altos vuelos, en atención a la condición trabajadora de mi patrocinado (Mario Sorribas)".

No obstante, el escrito solicita al juez Castro que le aclare si existe alguna subpieza secreta en el caso Nóos donde se investiguen esas cuentas. El magistrado ya ha rechazado dicha solicitud argumentando que si es secreto no debería saberse y si no existiera dicha subpieza tampoco tendría interés para el proceso un desmentido.

Sorribas a continuación se desmarca de Jaume Matas, "con el que nunca he jugado al padle, deporte, que, por otro lado, no practico, ni tampoco a la botifarra, ni por ningún otro procedimiento ha llegado a su conocimiento personal".

Pedir el archivo

La abogada anuncia al juez que piensa pedir, en breve, el archivo de la causa para Sorribas. De hecho, en su escrito ya adelanta que "pido ahora mismo el sobreseimiento para mi representado", al entender que no ha cometido delito alguno.

Por último, la defensora reclama al juez que condene a Torres a pagar los gastos de su viaje a Mallorca, inútil tras su decisión de no declarar, pese a haber pedido antes fecha para comparecer.

Sorribas en su extenso interrogatorio de marzo pasado se definió como un trabajador de Nóos, que, entre 2003 y 2008, estuvo en nómina de varias entidades del grupo, entre ellas una empresa extranjera (De Goes) y la Fundación Deporte y Cultura.

En 2009 dejó a Torres y pasó a ser el asistente personal o representante de Iñaki Urdangarin en Barcelona, dado que los duques de Palma se habían ido a vivir a Estados Unidos.

Según Sorribas, Diego Torres era el jefe para los asuntos económicos, financieros y de gestión de las sociedades, mientras que Urdangarin aparecía como el número uno a nivel institucional del grupo. Torres se ocupaba, con gran energía y ritmo, del día a día del grupo.