­Eugenia Cañellas, la antigua secretaria general técnica de vicepresidencia del Consell de Mallorca, dirigida por Miquel Nadal, fue interrogada ayer por el juez como imputada, en relación a dos contratos, supuestamente falsos, que se otorgó a los propietarios de la empresa Minser. Estos dos empresarios, defendidos por los abogados Salvador Perera y Carlos Barceló, se encuentran en estos momentos en prisión, acusados de haber cobrado 60.000 euros públicos por unos trabajos que no se hicieron. En concreto, los dueños de Minser recibieron este dinero público a cambio de un estudio sobre las costumbres de lectura en catalán de los jóvenes y otro sobre las señales de tráfico en Mallorca.

Cañellas, defendida por la letrada Purificación Montalvo, acusó ayer directamente al actual jefe de protocolo del Consell, además de alto cargo administrativo de la institución, Antoni Salom, de haber tramitado este expediente. Salom está también imputado por el juez en esta causa por un presunto delito de malversación. Precisamente, la exsecretaria general se defendió de la declaración que realizó esta semana Salom ante el juez, en la que la acusó de haberle engañado para que tramitara estos dos expedientes de contratación. Para defenderse, Cañellas explicó al juez que Antoni Salom es uno de los protegidos de la expresidenta Maria Antònia Munar, pero al mismo tiempo es amigo íntimo de Miquel Nadal. De hecho, relató que era el copiloto de la avioneta de Nadal.

Eugenia Cañellas explicó que el jefe de protocolo disponía de un presupuesto propio en el departamento que dirigía y era el que decidía en qué proyecto se gastaba el dinero, "cuando y como". Precisamente los dos proyectos otorgados a Minser salían del departamento de Presidència, en el que Salom ocupa uno de los más altos cargos administrativos.

A preguntas de su defensa, Cañellas afirmó que en estos momentos ha caído en desgracia y que sus superiores en el Consell aprovechan esta circunstancia para responsabilizarla de una serie de expedientes administrativos que supuestamente han sido alterados. Precisamente, Antoni Salom, que inicialmente declaró como testigo antes de ser imputado, afirmó que se limitó a firmar el certificado administrativo que le envió Cañellas a través de una secretaria. Salom se desmarcó de la decisión de convocar un concurso para que se realizaran estos dos estudios, que el fiscal Anticorrupción Miguel Ángel Subirán sospecha que no se hicieron y que se utilizaron para regar con fondos públicos una empresa vinculada con Unió Mallorquina.

Aunque el fiscal duda que estos estudios se llegaran a presentar, Cañellas mantuvo ayer que sí se hicieron.