La conselleria de Educación ha rectificado y ha decidido posponer un año la reducción del horario lectivo de Secundaria, que pasaría de 32 horas semanales a 30. Así lo comunicó ayer a los directores de los institutos, que habían solicitado que se aplazara la medida un curso por la dificultad de organizar el próximo curso con tan poco tiempo de margen para el próximo curso.

En una mesa sectorial con la enseñanza concertada que tuvo lugar hace dos semanas, la directora general de Planificación, Inspección e Infraestructuras Educativas, Mercedes Celeste, dejó caer que el próximo curso se reduciría el horario de clases en Secundaria. Esta medida, además de suponer un descanso para los chavales, serviría a la conselleria para ahorrarse dinero en profesorado. El planteamiento inicial era quitar horas de las materias optativas y potenciar las instrumentales. En Escola Católica se habían planteado la posibilidad de eliminar la asignatura de Educación para la Ciudadanía y diluir su contenido en otras materias relacionadas.

Buena idea, pero más tiempo

La idea en principio no era del desagrado de los directores de los institutos, ni de la patronal mayoritaria de colegios concertados, pero tanto unos como otros señalaban que era muy difícil poder reorganizar el curso con tan poco tiempo de antelación. Desde los institutos públicos además se criticó que se habían enterado por la prensa de esta medida tan importante.

Entre esto y las previsiones de grupos anunciadas para el curso que viene (con clases "muy cargadas" de alumnos), los directores de estos centros públicos de Educación Secundaria estaban muy preocupados por la buena marcha del próximo periodo académico y solicitaron una reunión urgente con el conseller de Educación, Cultura y Universidades, Rafael Bosch. Quien finalmente les atendió ayer, según explicó a este diario Antoni Quintana, presidente de la asociación de directores de Secundaria, fue Mercedes Celeste. La directora general les anunció en este encuentro que finalmente darán un año más de margen para plantear cómo llevar a cabo esta reducción horaria.

También les tranquilizó respecto a su segunda preocupación: el aumento de las ratios. Según les aseguró Celeste están dispuestos a negociar "centro por centro" el número de alumnos por clase.

Quintana señaló que estaban algo alarmados con la masificación de algunos grupos y explicó que sólo en Mallorca la conselleria había previsto la desaparición de cien grupos (cuyos alumnos quedarían integrados en otras clases).

Clases de hasta 36 alumnos

Cabe recordar que el pasado mes de abril, el ministro José Ignacio Wert, anunció que se podría aumentar hasta un 20% el número de niños por aula, permitiendo a la conselleria hacer menos desdoblamiento y haciendo posible que el curso que viene se den clases de hasta 36 alumnos en Secundaria.

Con todo, el aplazamiento de la reducción horaria en ESO y la disposición a negociar el tema de las ratios, Quintana resumió que habían salido satisfechos del encuentro con la representante de la conselleria de Educación.