"La competencia más próxima es la más peligrosa". Los analistas de Banca March lo tienen claro: la amenaza para el futuro del turismo mallorquín no está ni en el Caribe, ni en Asia. Está mucho más cerca. En la orilla de enfrente. En Croacia. En Turquía. En ese norte de África aún renqueante por las revueltas de hace quince meses. Y en las facilidades que todos ellos tienen para ofrecer precios competitivos con costes de producción tirados.

Así lo refleja un pormenorizado trabajo de análisis realizado por Banca March, que dibuja los escenarios que marcarán la evolución del turismo mundial de aquí al 2030. Y la conclusión es la que leen en el título, la que expresa la directora de análisis de Banca March, Ofelia Marín-Lozano, responsable del estudio que ella misma presentó ayer en Palma: "El sector hotelero ha sido el motor indiscutible del crecimiento en las últimas décadas, y lo sigue siendo hoy, pero no podemos caer en la complacencia: o se favorece a este sector [desde el Gobierno] o está asegurado el desplazamiento de las inversiones", afirma, consciente de que las dificultades que los empresarios puedan tener para competir en Mallorca, en Balears y en España pueden obligarles a hacerse la competencia a sí mismos, llevándose gran parte de su negocio a destinos mediterráneos como Croacia, Turquía o el norte de África.

El precio será así fundamental. Y los salarios, claro. También las facilidades inmobiliarias, añade la analista del banco. Y las comodidades burocráticas que se den al turista para llegar. Aunque el precio no lo es todo: la calidad de la atención sanitaria, el trato que se le dé al cliente de lujo y la influencia del galopante envejecimiento de la población europea decidirán el futuro del sector que da de comer a Mallorca. Estas son sus claves.

Inversión a la fuga

Sólo el buen hacer de los hoteleros y su conocimiento del sector sostiene la competitividad, según Banca March

Si los salarios del personal son más bajos en los destinos competidores, los gobiernos dan más facilidades al sector y los costes inmobiliarios son significativamente más bajos fuera, ¿cómo es posible que Mallorca fuese el destino líder del pasado verano y el turismo español haya crecido un 60% en los últimos quinces años? Pues en Banca March afirman que el éxito se debe "al extraordinario conocimiento del negocio de los hoteleros, que les permite ofrecer precios similares con costes marcadamente superiores a los de sus competidores mediterráneos". Eso reduce la rentabilidad, claro, y amenaza el futuro del sector en España: con rentabilidades mayores muy cerca, avisa Ofelia Marín-Lozano, la oferta hotelera podría desplazarse desde España a competidores cercanos.

Los competidores

Croacia, Turquía, Egipto y Marruecos han multiplicado por cuatro sus tarifas en solo quince años

España es un gigante del turismo mundial que atrae 60 millones de visitantes al año. Pues bien, en solo quince años, en el Mediterráneo ha surgido una España de turistas. O traducido: Croacia, Turquía, Egipto y Marruecos sumaron el año pasado 60 millones de turistas, cuando hace quince años apenas llegaban a 14 millones. Han multiplicado sus cifras por cuatro. Y siguen avanzando. Pese al parón provocado por la primavera árabe y sus disturbios e incertidumbres sobre el futuro papel del fundamentalismo islámico, destinos como Egipto y Túnez acabarán el 2012 muy cerca de los registros previos a la crisis. Y los superarán en 2013, para continuar con un crecimiento sin parangón solo truncado por las revueltas. Egipto multiplicó por siete las pernoctaciones hoteleras entre 1995 y 2010, y Croacia y Turquía casi cuadruplicaron. Por eso Ofelia Marín lo tiene claro: "La alta calidad hotelera a precios inferiores que ofrecen estos países es nuestra principal amenaza". Croacia, en el caso mallorquín, se perfila como el gran rival: sus carreteras conectan en pocas horas con el gran cliente de la isla, Alemania, y su oferta hotelera crece año a año en calidad y abundancia. Solo un factor les frenará: los sueldos de sus trabajadores empiezan a parecerse a los españoles. Eso lastrará sus precios.

futuros clientes

El turismo alemán y británico está estancado: el futuro pasa por Rusia y los escandinavos

El pasado da pautas para el futuro. Y por ahí hay buenas noticias: España está sabiendo crecer pese al estancamiento de sus dos principales clientes, Alemania y el Reino Unido. "Esos dos mercados suponen el 40% de nuestros turistas y no crecen, pero a cambio están creciendo los países escandinavos y el Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo), que juntos tienen tanta población como Alemania", explica la directora de análisis de Banca March. La tendencia más esperanzadora llega no obstante de Rusia: la llegada de rusos se ha multiplicado por tres desde 2005 y sigue creciendo. Algo (no mucho) se puede esperar también de China: allá por el 2030 estarán en condiciones de generar turistas (según Marín-Lozano, estarán al nivel de la España de los ochenta, cuando se generalizó el viaje vacacional entre los españoles). Eso sí, el turista chino será más urbano que playero.

Envejecimiento

El reto: ser el destino turístico de una población mayor de 60 años que crecerá un 50% en las próximas cuatro décadas

Europa se hace vieja. Y con ella sus turistas. En 2050, la población mayor de 60 años habrá crecido un 50%. De cada tres europeos, uno estará jubilado. O casi. "El envejecimiento es inexorable. En Europa vamos a tener 50 millones más de mayores de 60 años que van a querer viajar. Nuestro reto es darles servicio", dice la directora de análisis de Banca March, que avisa de otra tendencia: la clase media se estrecha. "La media-alta se convertirá en alta y la media-baja en baja". Eso condicionará el turismo: la apuesta por el lujo puede ser una baza ganadora. "Cabe preguntarse qué es el lujo. Y creo que el lujo es servicio. Nuestros hoteleros lo han tenido claro y ahí ha estado parte de nuestro éxito. No podemos perderlo. Debemos dar el mejor servicio, tener ganas de agradar".

La sanidad, clave

La atención hospitalaria marcará la diferencia

En un Europa de viajeros cada vez más mayores, disponer de un sistema sanitario como el que ahora sufre graves recortes puede marcar la diferencia con competidores de mejor precio y hoteles nuevos. La sanidad y la seguridad, explican los analistas de Banca March, serán una ventaja competitiva que hay que mantener o profundizar.