­"No al cierre de hospitales". Este mensaje, repetido en las calles de Balears desde hace semanas, suena ahora con voces populares. Ocho actores isleños, ocho caras extremadamente conocidas para los espectadores de IB3, han querido convertirse en portavoces de los que se movilizan en contra de los recortes en el ámbito sanitario. Para ello, Joan Bibiloni, Lluqui Herrero, Joan Miquel Artigues, Caterina Alorda, Joan Fullana, María Bauçà, Rafel Ramis y Miquel Angel Torrens (este último pone la voz en off) se han unido en un video para reivindicar que los hospitales Joan March y General sigan abiertos y prestando unos servicios asistenciales que se califican de "únicos" en Balears.

La idea partió de Maria Bauçà, y ella y sus compañeros utilizaron historias reales para componer sus papeles, escritas por personas que habían pasado por esas instalaciones y que querían respaldar el mantenimiento de su actividad.

Los siete primeros ponen voz y rostro. Vestidos con una camiseta negra en la que puede leerse el mensaje en contra de los recortes en sanidad y sentados sobre una cama hospitalaria, prestan su imagen a pacientes y familiares que han estado ingresados en los dos centros hospitalarios que el Govern pretende cerrar.

Dos centros que, según se recuerda al final del video, en los últimos cinco años han sido objeto de inversiones para su reforma y mejora por un valor de 2,2 millones de euros en el caso del General y de 3,3 millones en el Joan March.

Ocho actores representan a personas que han tenido que ser ingresados en alguno de esos dos centros tras sufrir ictus, una enfermedad obstructiva pulmonar crónica, cáncer, o bronquitis crónica, y estar muchos de ellos sujetos a rehabilitación.

Así, Bibiloni asume el rol de Melquiades Sánchez, de 81 años, nacido en Albacete, que tras sufrir un ictus ha podido volver a caminar, hablar y moverse por los cuidados y la rehabilitación recibida en el Hospital General. Lluqui Herrero se transforma en Cati Pedro, de 64 años, también en rehabilitación por un ictus, ha tenido que volver a aprender a caminar y a hablar y reconoce que sin la ayuda del personal de General "no sé que habría hecho".

Caterina Alorda, en el papel del familiar de un enfermo de cáncer y a su vez trabajadora del Joan March, lanza un mensaje más directamente dirigido a los sentimientos: "Mis compañeros de curas paliativas me ayudaron y acompañaron durante meses de sufrimiento. En ningún otro lugar hubiera sido igual. El hospital Joan March tiene alma, y lo sabemos los trabajadores, los enfermos y sus familiares".

Críticas al Govern

Mucho más críticos son los personajes de Joan Fullana y Rafel Ramis, el primero enfermo de bronquitis crónica y el segundo operado de la columna vertebral y en rehabilitación. Fullana califica de "desaprensivos y desvergonzados" a los que intentan "robar" unas instalaciones que pertenecen a Mallorca, y el segundo acusa directamente al Govern balear parecerse a "una dictadura" en este tema.

Joan Miquel Artigues y Maria Bauça también hacen una defensa del personal de esos hospitales. El primero destaca la ayuda recibida en su rehabilitación, y la segunda agradece a los trabajadores el que traten "a las personas con dignidad".

La voz de Miquel Angel Torrens se encarga de recordar que el cierre de ambos centros supone la pérdida de servicios asistenciales únicos, como las unidades de curas paliativas o las de atención a enfermos con múltiples enfermedades crónicas.