Acusar al cantante y líder del grupo musical (hoy desaparecido) Sopa de Cabra de haber quemado una bandera española en un concierto, le costará a un vecino de Eivissa pagar una indemnización de 1.000 euros por haber calumniado al artista. Así lo establece una sentencia dictada por la Sala Quinta de la Audiencia de Palma, que anula una resolución anterior de un juez de Eivissa que rechazó la demanda que planteó Gerard Quintana. Esta sentencia está relacionada con la polémica que se suscitó en la isla de Eivissa en contra de la construcción de la nueva autopista de la isla. Muchos artistas o personajes famosos, que suelen pasar sus vacaciones en Eivissa, se pronunciaron en contra de esta construcción.

Este vecino de Eivissa publicó esta carta en un periódico local y en ella planteaba la siguiente pregunta. "¿Qué derecho tiene Gerard Quintana (el cantante de Sopa de Cabra), cuyo mayor mérito como artista fue quemar una bandera española en un concierto, y que precisamente fue este gesto tan democrático el mayor detonante que le catapultó a la fama, a venir a Eivissa, insultar a ilustres ibicencos y decirnos lo que debemos hacer?".

El cantante, que hoy forma parte de la junta directiva del SGAE, contestó a través de una carta, también publicada en el medio de comunicación, a este vecino. Quintana le recordó que imputarle un delito que no había cometido era un hecho muy grave (negaba que hubiera quemado la bandera) y le anunciaba que su abogado ya había formulado una querella criminal por calumnias. También señala, refiriéndose al autor de la primera carta, que "si usted es ibicenco por los cuatro costados, mis hijos también lo son, aunque parezca que sea usted quien reparte los carnés de ibicenco. Solo me resta decirle que llevar el pelo largo no me hace peor ni mejor que usted, aunque parece que algunos tengan prejuicios contra los peludos, o contra los catalanes, o incluso contra aquellos que se atreven a decir lo que piensan".

Quintana, en la misma misiva, afirma que "se han equivocado ustedes conmigo, yo soy una persona de paz que vivo, voto y pago mis impuestos en Sant Jordi hace casi cinco años". El artista presentó una querella contra el autor de la primera carta. Sin embargo, el juez entendió que el contenido de este escrito no podía englobarse en el delito de calumnias. Sin embargo, aconsejaba al cantante que tenía la posibilidad de plantear una demanda civil, como así hizo.

La Audiencia establece que el autor de esta carta, en la que acusa a Quintana de haber quemado la bandera del país, invadía la libertad de expresión, porque además había dado difusión pública a su escrito. Por ello le condena a indemnizar al cantante.