­Pocas alternativas a los recortes en sanidad se plantearon ayer en el debate organizado por el Colegio de Enfermería en el Club Diario de Mallorca. La diputada del PP María José Bauzá recalcó que la deuda del Ib-Salut asciende a 830 millones de euros y que, para garantizar que los proveedores sigan suministrando material sanitario y que los bancos continúen financiando, hay que recortar ese déficit, que atribuyó casi exclusivamente a la en su opinión nefasta gestión llevada a cabo por el partido socialista. "Y para reducir esta deuda a corto plazo son necesarios hacer estos ajustes", recalcó la diputada.

Con anterioridad, la doctora Luisa Lores, radióloga del Complexo Hospitalario Pontevedra, desgranó una a una las medidas adoptadas por el Govern balear que, opinó, suponen una descapitalización del Servei de Salut difícil de evitar porque está promovida por la propia Administración que lo gestiona.

Así, propuso una apuesta decidida por la Atención Primaria para promover una vida saludable y evitar problemas de salud crónicos en la vejez en lugar del recorte del horario vespertino en los centros de salud. También habló de poner freno a la mercantilización de la sanidad promovida por la industria farmacéutica, una industria que, dijo, sabe sacar beneficio de las alarmas sociales como el virus de la gripe A o la vacuna contra el virus del papiloma humano. Mencionó la proliferación de pruebas diagnósticas que, aseguró sustentándose en su especialidad radióloga, no suponen un beneficio para la salud de la población.

Bauzá centró más su exposición en que la crisis económica ha obligado a adoptar estas medidas que, aseguró, nadie quiere tomar. Recordó que su partido ha sido el que ha promovido la mayor parte de las infraestructuras sanitarias de esta comunidad y el que puso en marcha las retribuciones de la carrera profesional para los trabajadores de este ámbito. Y reveló que 600 millones de los casi 1.200 millones del presupuesto de Salud se van el gastos de personal.

En el turno de preguntas, el público asistente recriminó a la ponente popular su "mitin" y la falta de propuestas concretas para racionalizar el gasto en la sanidad pública que no sean los recortes de prestaciones, de personal y el cierre de hospitales públicos.