Lograr una mayor autonomía personal es uno de los objetivos de la Federación de Personas con Discapacidad Física y Físico-Psíquica (Predif). En esta rehabilitación los videojuegos y las nuevas tecnologías tienen un papel muy importante ya que facilitan la movilidad de las extremidades, potencian la coordinación y el equilibrio del afectado, además de proporcionar beneficios cognitivos como la mejora de la memoria o de la atención.

Este mes de abril se cumplen dos años del Servicio de Promoción de la Autonomía Personal (SEPAP). El presidente de la Predif, Maties Bosch, explica que es una ayuda que se pone a disposición de toda persona con una discapacidad física y que tenga entre14 y 65 años. El servicio, añade, es gratuito. En una de las salas, se encuentra Rosa, con un daño cerebral, junto a su terapeuta ocupacional, Iván Garbayo. Están en pleno entrenamiento y entrenan con la consola Wii y la tabla Wii Fit con el objetivo de desarrollar el equilibrio y potenciar la coordinación. "La tabla le ayuda a mejorar el equilibrio porque en la pantalla tiene un muñeco que le hace de espejo", detalla el experto. "Me ayuda a corregir la postura", añade Rosa. Admite que nunca se le había ocurrido que una consola le ayudara en su rehabilitación. Eso sí, aún no puede practicar en casa porque tiene la consola pero está pendiente de adquirir la "plataforma". Se lo apunta. "La pediré a los Reyes", avanza.

Garbayo detalla que las consolas como la Wii o la Xbox no solo permiten trabajar los ejercicios físicos, sino también tienen un conjunto de actividades para desarrollar la parte cognitiva a través, por ejemplo, de los cálculos. Ello, concreta, mejora la atención, la memoria y la anticipación. Y es que no es lo mismo hacer media hora de ejercicios en casa, que hacer la misma media hora con la ayuda de los videojuegos. El resultado es el mismo, pero más divertido.

La filosofía del servicio, señala Bosch, es lograr que el usuario sea más autónomo en su vida cotidiana. Por ello, trabajan por objetivos. Es decir, una de las rutinas más demandadas es aprender a vestirse y desvestirse en la cama. Cuando lo han logrado, explica Bosch, pueden proponerse un nuevo reto, por ejemplo, salir y entrar en la cama. Eso sí, antes de empezar los ejercicios, los expertos de Predif realizan una valoración completa del usuario.

Más vale maña que fuerza, dice el refrán, un refrán que los expertos y usuarios de la federación aplican a rajatabla para lograr una mayor autonomía en su día a día. En la sala de rehabilitación, tienen un rincón dedicado a las manualidades y al bricolaje. Así, cuando una persona tiene dificultades para sujetar una llave y abrir la puerta, se le acopla a una pieza en forma de cola de pez que facilita dicha acción. Y es que en la entidad dejan claro que la falta de movilidad en las extremidades no es un problema para desenvolverse en la cocina. Así, para un usuario con una mano o un brazo paralizado, un simple apaño es el pinche perfecto. Por ejemplo, cuenta Maties, una tabla con unos cuantos clavos sirve para inmovilizar el pan y poder contar algunas rebanadas. El mismo sistema sirve para pelar una patata, expone Iván. Una escobilla clavada a una tabla e inmovilizada en el fregadero es útil para fregar los platos. En el edificio de la federación, hay un pequeño apartamento que permite a los usuarios mejorar su autonomía en la vida cotidiana. Así, se imparten cursos de cocina para aprender a desempeñar este arte de manera individual, eso sí, con la ayuda de pequeños utensilios cotidianos adaptados a las personas con alguna discapacidad física. Son pequeñas ayudas que hacen el día a día más fácil.