En mayo de 1978 los mallorquines protestaron al conocer que se iba a construir en Es Trenc un restaurante sobre las dunas de esa playa tan virgen. Ahora la historia se repite con otro polémico proyecto: la construcción de un hotel de lujo en la zona de Son Duri, en Sa Rápita.

El Govern presentó el proyecto y la intención de acelerar los trámites hace unos días y las reacciones de la sociedad, los grupos ecologistas y los políticos no han tardado en salir a la luz. Unos defienden la idea alegando que generará unos ingresos procedentes del turismo de calidad muy beneficiosos para Mallorca. Otros piden que se busquen alternativas que eviten la construcción y la explotación urbanística de una zona tan emblemática.

El alcalde de Campos, Sebastià Sagreras, se muestra muy enfadado y culpa a los medios de haber creado una alarma social y no sabe "de dónde ha salido eso de que se va a construir en Es Trenc". Sagreras afirma que "el hotel de lujo se va a construir a 5 kilómetros de la playa, les separa un club náutico, una carretera, una playa y Ses Covetes".

El Grup Balear d'Ornitologia i Defensa de la Naturalesa (GOB), aclara que saben que el terreno donde se quiere construir el hotel "no está en una zona protegida, pero sí colindante con una que es zona de especial protección para aves (ZEPA)". Margalida Ramis, la portavoz del grupo señala que "si se llegara a construir ejercería una presión contraproducente para esta zona, aún más cuando ya hay problemas de estabilidad, sobre todo en los meses de verano, cuando aumenta el turismo".

Y es que el hotel proyectado por el Govern prevé que tenga una ocupación de 1.200 plazas y que cuente con un campo de golf. El alcalde de Campos lo defiende alegando que el Plan Territorial de Mallorca "fue aprobado durante el Govern del Pacte y, por tanto, que algunos representantes de estos partidos políticos salgan a hacer polémica no es más que pura demagogia y ganas de querer engañar, sobre todo a los campaners". Además, Sebastià Sagreras defiende que el proyecto está enfocado a atraer a un turista con un alto nivel adquisitivo, algo que también "reactivaría la economía de Campos".

Pero estos argumentos no placen a los ecologistas y a muchos de los mallorquines que suelen escaparse al Es Trenc en verano. Margalida Ramis señala que "el Govern está usando dos argumentos para la construcción. Uno es que hay que dinamizar la economía y otro crear empleo".

Ramis se muestra en total desacuerdo con las razones del Ejecutivo para la construcción del hotel en Sa Ràpita y afirma que "si construir fuese una solución, Mallorca no estaría ahora en crisis. No nos diferenciamos en nada al resto de comunidades. El modelo es obsoleto, no da un beneficio a largo plazo, sino que es a corto y sólo beneficia a unos pocos. Si seguimos construyendo, repetiremos errores del pasado".

A la espera de saber si el proyecto finalmente se ejecutará, ya se están creando plataformas para recoger firmas dirigidas al presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, pidiéndole que dé marcha atrás y reconsidere otro modo de reactivar la economía. Una de ellas está en la red, en 'Actuable', donde aclaran que "si algo sobra en Mallorca son hoteles. Queremos proyectos innovadores para crear puestos de trabajo. No queremos pan para hoy y hambre para mañana".

Por otro lado, partidos políticos y demás organizaciones ya están preparando manifestaciones para dejar clara su postura ante la idea de seguir construyendo cerca de la playa más virgen de Mallorca. El lunes, día 9, ya hay una movilización programada en el club náutico de Sa Ràpita, a escasos metros de dónde se quiere construir el hotel de la discordia. El lema, como hace 30 años, será "Qui estima Mallorca no la destrueix".