El Govern de los recortes drásticos en sanidad ha adjudicado un millón de euros a la Fundación Kovacs. El contrato fue otorgado por el Ib-Salut en febrero, y todavía lleva la firma del inolvidable Juan José Bestard Superstard, aunque el sello procede del círculo íntimo del Consolado del Mar. La generosa aportación tiene por objeto la "realización de procedimientos terapéuticos de neurorreflejoterapia", un campo que no figura en la cartera de servicios catalogados por el Servicio Nacional de Salud.

El presidente de la citada fundación sin ánimo de lucro es el ilustrísimo señor Francisco Kovacs. La presidencia honorífica recae sobre Juan Carlos de Borbón, paciente del doctor René Kovacs. El siguiente puesto en el escalafón fundacional está ocupado por un tal José Ramón Bauzá. Sus predecesores también pasaron por el sillón, aunque ninguno igualó su desprendimiento en tiempos de crisis. De nuevo, repasen el entorno del president con sueldos inflados para entender la maniobra. El patronato se completa con figuras como el pseudopríncipe Zourab Tchokotoua o la recortadora ministra Ana Mato.

Los especialistas afirman que cargar con un millón de euros es malo para la espalda. La largueza de Sanidad no se traslada a otras contrataciones. Por las mismas fechas, el mismo Govern convoca para el hospital de Son Florentino, a través de una fundación pública, una plaza por un año de "licenciado en biología y bioquímica". Se valorará "el título de doctor", la experiencia en laboratorios y la pericia estadística. Este magnífico currículum será remunerado con 11.144 euros en doce pagas. O sea, 900 euros brutos al mes. Según el Instituto Nacional de Estadística, un hogar de dos adultos y un niño que ingresa esta cantidad "será clasificado en el grupo de los pobres". Pues haberse dedicado a especialidades más esotéricas y rentables.

Hace dos domingos asombramos al mundo con nuestro titular "La Zarzuela espera que Telefónica le resuelva el caso Urdangarin". Impecable, no sufrió la mínima corrección. Esta semana, la prensa madrileña ha querido avanzar un paso más, con el escalofriante "La Casa del Rey da luz verde a Telefónica para despedir a Urdangarin". Desmentido al canto. No es lo mismo otear deseosos el desenlace que provocarlo activamente. Máxime con un caso penal en juego, y con un imputado con horizonte de cárcel que puede enmendar su declaración en cualquier momento. En cuanto a lo que acabará ocurriendo, pregúntese quién colocó al yerno del Rey, y tendrá la respuesta. Por cierto,a James Matas no se le pidió el ingreso en prisión por lo que implicaría para el esposo de la Infanta Cristina. Codearse con los poderosos reporta inesperados beneficios.

Maria Salom de España disputó el viernes 23 su primer debate de política general del Consell Inmobiliario de Mallorca. Concluido el reto, y con la adrenalina disparada, los gobernantes mallorquines del PP se encaminaron a la fora vila de Felanitx, donde la exalcaldesa Catalina Soler celebraba su cuarenta cumpleaños con un buffet de austeridad mínima y calidad gastronómica máxima. Solicite el manjar más exquisito, lo tenemos. Y en el ágape, oh sorpresa, floreció el amor primaveral entre dos consellers populares. Hombre y mujer de labios siameses. Enllaçats, que diría Bauzá. Según Robert Graves, todo ser humano alcanza su diosa blanca.

La también inolvidable Aina Calvo cambió la denominación de la calle Arenas de Bilbao, en la Playa de Palma y en contra de los vecinos. La vía pasó a llamarse Bartomeu Xamena. De inmediato, José María Rodríguez y Alvaro Gijón se dirigieron a los residentes agraviados, para prometerles la restitución del nombre original así que el PP reconquistara Cort. Pues bien, Mateo Isern da otra marcha atrás y mantiene a Bartomeu Xamena, a través de la Comisión de Toponimia que preside.

El Institut de Marratxí ha convertido la canción Islands in the stream en icono de la defensa del catalán. Aunque popularizada en Mallorca por Tomeu Penya, la citada composición fue escrita por los Bee Gees –equivalentes de Los Pecos– para Dolly Parton y Kenny Rogers –equivalentes de Isabel Pantoja y Julio Iglesias–. Como ven, la ira del Govern está ampliamente justificada, aunque hubiéramos jurado que los hermanos Gibb ocupaban un lugar prominente en el iPhone de Bauzá.

Con todos los respetos para los guerrilleros de Dolly Parton, cuando tengo que resarcirme del antimallorquinismo del Govern, me tomo una dosis de Me sobren paraules, de Antònia Font. Y una pregunta para los miles de admirables manifestantes del pasado domingo en Palma. ¿Cuántos de ellos han reafirmado su compromiso mediante la contemplación de El perfecto desconocido de Toni Bestard, película absolutamente mallorquina y síntesis de todos los idiomas hablados en la isla?

Unicamente me manifiesto en solitario, en esta ocasión ante la Delegación del Gobierno de Madrid en Palma. Aguardo a quienes nos tachaban de calumniadores cuando se desencadenó la operación Relámpago, que ya ha condenado a numerosos delincuentes y ha permitido a Hacienda el ingreso de quince millones de euros en impuestos evadidos. Por no hablar de las engorrosas amistades que me ha sacado de encima. También espero a que el delegado de Rajoy, el jefe superior de policía o asimilados expliquen a la ciudadanía el atropello mortal con fuga a cargo de dos policías, que han dañado tanto a la imagen de su cuerpo como a los mercados turísticos mallorquines. Allí sigo.

Reflexión dominical exploradora: "Si buscas, te encontrarán".