Los vientos de la privatización han alcanzado la Serra de Tramuntana. El Consell Insular de Mallorca planea transferir a una empresa la gestión de dos refugios de su red de alojamientos dispersa por la ruta de Pedra en Sec. Las instalaciones elegidas son Can Boi (Deià) y Pont Romà (Pollença).

La demanda para pernoctar en los albergues públicos crece los fines de semana. En muchas ocasiones hay que reservar con meses de antelación. Por once euros los excursionistas duermen en una zona catalogada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las instalaciones repartidas por la Serra representan un trampolín privilegiado para conocer la isla y su cultura. "Contribuyen a hacer país", explica el empleado de un refugio, mientras lamenta el nuevo rumbo adoptado por la Administración insular.

El Consell sostiene que todavía está "estudiando" la privatización de Can Boi y Pont Romà, pero el proceso se encuentra más avanzado de lo que predican los cargos políticos. Los trabajadores conocen las intenciones del Consell de primera mano. En una de las reuniones les explicaron la nueva estrategia y las consecuencias laborales. "Nos dijeron que nos reubicarían en los otros refugios", precisó ayer uno de los empleados.

Desde la institución insular justifican la medida por motivos económicos. El déficit anual de la red de albergues ronda los 600.000 euros, aseguran. Para el presente ejercicio, el Consell ha presupuestado una inversión de 1.120.734 euros para garantizar el funcionamiento de Can Boi, Tossals Verds, Son Amer, Pont Romà, y Muleta.

Los dos que pasarán a manos privadas se emplazan en núcleos urbanos, a diferencia del resto que se levantan en plena montaña. Las casas de Can Boi fueron cedidas al Consell en 2001 por el Ayuntamiento de Deià. El complejo está formado por una vivienda y una almazara. La institución insular procedió a su rehabilitación, incluidos todos los elementos destinados a la producción de aceite (almazara, prensa de viga, fragua y graneros).

Pont Romà permanece cerrado desde hace un año a raíz del hundimiento de la claraboya central que cierra el comedor. Tiene prevista su reapertura en primavera. Este refugio fue inaugurado en 2007 y puede acoger a 38 personas. Una capacidad similar tiene Can Boi, habilitado para 32 usuarios. Ambos son los más demandados debido a su localización. El impacto de su privatización sobre el cliente todavía resulta una incógnita, dado que el Consell se escuda en que no ha tomado una decisión definitiva. Tampoco se han detallado las razones por las que se han elegido los alojamientos de Deià y Pollença.

Los albergues del Consell permiten a los usuarios elegir entre alojarse en una habitación individual o en una comunitaria, dotadas de baños, duchas y agua caliente, entre otras comodidades. Además, cuentan con servicio de comedor e incluso algunos disponen de cocina. Además de estas instalaciones, que son las que más recursos públicos consumen, existe otro tipo de refugio que consiste en una caseta sin servicios asociados ni comodidades, aunque la mayoría de ellos disponen de chimenea, mesas, sillas y baños adaptados. En este caso, es necesario llevarse el saco de dormir ya que no hay camas.