Es "sumamente difícil" que el Tribunal Supremo acepte el recurso de Matas. Quien lo augura conoce el paño. Tanto que durante años contribuyó a tejerlo: se trata de Rafael Perera, primer abogado de Matas en este viacrucis judicial, que leída le sentencia pronostica un negro futuro a su antiguo cliente. "Está muy bien construida y argumentada", recalca Perera, que como otros muchos abogados consultados ayer por este diario encuentra pocas fisuras a un fallo que hunde sus cimientos en hormigón armado. Una lectura sosegada deja claro que nada ha quedado al azar. La presidenta de sala Margarita Beltrán y los jueces Juan Jiménez y Rocío Martín han alumbrado una sentencia construida para pasar sin mácula por el Supremo al que se encamina.
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