Después de semanas de espera, la sección primera de la Audiencia Provincial de Palma ha dictado sentencia y condena a 6 años de cárcel al que fuera president de Baleares y ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas.

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Según la sentencia hecha pública hoy, el expresident ha sido condenado por beneficiar con dinero público al periodista que le escribía los discursos, Antonio Alemany, para llevar a cabo una campaña para realzar su actividad política.

En concreto, Matas ha sido condenado a una pena de cinco años, tres meses y un día como autor por inducción de los delitos de fraude a la Administración, falsedad en documento oficial y mercantil y prevaricación en concurso con malversación, y a otra pena de nueve meses de prisión por otro delito de tráfico de influencias agravado. Además, el expresident ha sido sentenciado por estos delitos a 9 años, seis meses y un día de inhabilitación para cualquier cargo electivo y a la pérdida de los honores y atenciones protocolarias como expresidente del Govern.

El periodista favorecido por Matas, Antonio Alemany, ha sido condenado a tres años, 9 meses y un día de prisión por los delitos de prevaricación, falsedad en documento oficial y mercantil, malversación y tráfico de influencias.

El ex director general de Comunicación del Govern de Matas Joan Martorell ha sido condenado a 1 año y seis meses por prevaricación, fraude, falsedad y malversación, aunque le han aplicado las atenuantes de confesión y reparación del año.

Parecida suerte ha corrido el dueño de la agencia de comunicación Nimbus, Miguel Romero, que ha sido sentenciado a 1 año, un mes y quince días de prisión por prevaricación, falsedad, fraude y malversación, mientras que las exjefas de gabinete de Matas Dulce Linares y María Umbert han sido absueltas.

MULTAS E INDEMNIZACIONES

Al margen de las penas de prisión, la Audiencia ha condenado a Matas, Alemany, Romero y Martorell a que indemnicen de forma solidaria a la Comunidad Autónoma con 13.316 euros, mientras que, por su parte, el periodista balear y Martorell deberán abonar a la Administración pública un total de 11.550 euros.

En cuanto a las multas, el expresidente balear deberá hacer frente al pago de un total de 11.170 euros, y Alemany, a 6.000 euros de multa. El fallo de la Audiencia se conoce casi dos meses después de que el primer juicio del caso Palma Arena quedase visto para sentencia.

Y es que más de dos años después de que estallase el caso Palma Arena y con una fianza penal de dos millones y medio de euros a sus espaldas, el exlíder del PP balear fue juzgado el pasado mes de enero por presuntos delitos de malversación, fraude, falsedad en documento oficial, prevaricación y tráfico de influencias, por los que la Fiscalía Anticorrupción solicitaba un total de ocho años y medio de cárcel contra él, la misma pena que reclamaba la Abogacía de la Comunidad Autónoma.

Se trata de la pieza número 2 de las 26 que integran el caso Palma Arena, en el marco de la cual el tribunal, presidido por la magistrada Margarita Beltrán, considera probado que los acusados pactaron beneficiar de forma arbitraria e irregular a Alemany y a sus sociedades con fondos públicos que ascendieron a un total de 483.186 euros.

MATAS Y ALEMANY DEFENDIERON SU ACTUACIÓN

Sin embargo, a lo largo de diez jornadas de juicio, el exmandatario autonómico y el articulista defendieron su actuación en torno a la contratación presuntamente irregular de éste último como redactor de las intervenciones de Matas.

Por su parte, durante la lectura de su informe final, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach aseveró que "Matas era un gran gestor, sí, pero no del dinero público, sino de su propia imagen". Y es que así de tajante se mostró a lo largo de su relato en torno a los indicios delictivos que pesan sobre el expresidente del Govern en el marco del primer juicio del caso Palma Arena, y en el que no dudó en expresar su "indignación" al ver cómo "sin escrúpulos no se asumen las consecuencias penales derivadas de sus actos".

El representante del Ministerio Público reservó palabras también para la figura de Alemany, a quien se refirió como un periodista "rabiosamente independiente excepto del dinero y del poder", al haber resultado beneficiado en el año 2003 de un concurso "totalmente ficticio" que, lejos de dar cumplimiento al objeto para el que fue convocado -contratar una asesoría externa en materia de comunicación- fue utilizado para enmascarar los pagos por la redacción de los discursos del exmandatario del PP.