La Associació Memòria Històrica de Mallorca ha conseguido documentar 44 fosas comunes con restos de represaliados del franquismo en Mallorca. En estas zonas de enterramiento se calcula que yacen, como mínimo, 2.222 personas víctimas de la Guerra Civil. El estudio de investigación, elaborado por 19 profesionales, también ha certificado la existencia de una tumba en medio de la playa de sa Coma (Sant Llorenç) con 500 personas fusiladas por las fuerzas nacionales. Se cree que la mayoría de los 500 cuerpos de esta fosa son republicanos comandados por el capitán Bayo que desembarcaron en agosto de 1936 entre sa Coma y Portocristo.

Maria Antònia Oliver y Manel Suárez, presidenta y vicepresidente de Memòria Històrica de Mallorca, presentaron ayer el estudio. Se trata de una investigación fruto de un convenio con el Govern donde la asociación se comprometía a documentar las fosas y el Ejecutivo a asumir los trabajos de arqueología para poder recuperar los cuerpos. El convenio fue firmado en marzo de 2010 con Antich de president del Govern. Suárez reveló que desde el mes de julio han solicitado varias entrevistas con el Govern Bauzá y todavía no les han dado hora.

Unas 24 de las fosas comunes documentadas están en los cementerios de los municipios, 12 se encuentran en cunetas y descampados, 4 en playas y otras 4 son pozos donde se arrojaron los cuerpos de los fusilados o incluso algunos heridos.

Asimismo, se ha podido probar que se arrojaron cuerpos de asesinados por acantilados situados entre Valldemossa y Deià, Alcùdia y el muelle viejo de Palma. El vicepresidente de Memoria Històrica detalló que han conseguido documentar zonas de enterramiento que no se tenían noticias hasta el momento. Es el caso de las de Mancor, Marratxí, Escorca y Valldemossa.

La sepultura de sa Coma es considerada por el investigador Antoni Tugores como "la más grande de Mallorca". Está situada en la zona más septentrional del arenal y en paralelo a la línea de costa.

Manel Suárez y Maria Antònia Oliver explicaron que la mayoría de las fosas detectadas, según los investigadores, son susceptibles de ser excavadas para recuperar los restos e identificar a los fallecidos. "Lo único que queremos es que se haga justicia a estas personas. Muchos de ellos fueron asesinados sin un juicio y las familias tienen derecho a saber donde están los cuerpos", indicó Oliver. Por su parte, Suárez comentó que durante la investigación han hablado con numerosos familiares de las víctimas del franquismo. "En ningún caso –añadió– hemos detectado un sentimiento de venganza. Lo único que quieren es saber dónde está su padre o su abuelo. Ahora el Govern tiene una documentación fundamental para hacer justicia y recuperar la memoria de estos miles de personas".

En el estudio también se ha incluido a los 14 mallorquines que murieron en campos de concentración nazis, entre ellos el de Jaume Rabassa que fue capturado en Italia cuando huía de la represión de Franco. Suárez lamentó que los asesinados por el nazismo "tengan más reconocimiento que los miles que todavía están en las fosas comunes de Mallorca".