El Govern quiere que sus funcionarios trabajen menos. Y que cobren menos en consonancia. O eso afirmó ayer el vicepresident del Govern. La idea de Josep Ignasi Aguiló es "flexibilizar" la jornada, concepto abstracto con el que el responsable de Economía alude a algo parecido a un ERE a la alemana, según confirmó: menos horas y menos euros para cada empleado público. Y a partir de ahí, todo son sombras e incógnitas por despejar: el vicepresidente se negó a aclarar a quién se le aplicaría el tijeretazo, en qué proporción afectará a las nóminas de los trabajadores públicos y cuánto ahorrará o pretende ahorrar Balears con la nueva idea del Govern. Aguiló se limitó a insinuar que la aplicación de la reducción de salario y jornada será de carácter voluntario. Y nada más: "Los detalles los daremos cuando nosotros queramos", zanjó el vicepresident en un tono amable que contrasta con la crudeza de un mensaje que afecta a más 27.000 empleados autonómicos de las islas.

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