El obispo, Jesús Murgui, aseguró ayer que la Iglesia Católica nunca pidió el voto para ningún partido antes de las elecciones del 20 de noviembre; que nunca dijo "hacia aquí o hacia allí". El Obispado, aseguró, se limitó a difundir una nota de la Conferencia Episcopal que hablaba de "principios" como "la vida, la familia y la educación". Murgui se mostró convencido de que el texto en ningún momento mencionaba la palabra "partidos".

Efectivamente en dicha nota (que Murgui pidió a los rectores de las iglesias que leyeran en las misas del sábado día 29 y el domingo 30 de octubre) no aparece la palabra "partido", pero sí se advierte del "peligro" que suponen determinadas "opciones legislativas" que "no tutelan adecuadamente el derecho fundamental a la vida" o que "incluso llegan a tratar como un derecho lo que en realidad constituye un atentado contra el derecho a la vida". También calificaba de "nocivos" los "ordenamientos legales" que no reconocen el matrimonio como "la unión firme de un varón y una mujer ordenada al bien de los esposos y de los hijos".

Como es tradición, Jesús Murgui celebró ayer su onomástica, arropado por varios miembros y amigos de la comunidad religiosa. Al pedirle una valoración de la victoria del Partido Popular, que podría suponer la modificación de la ley del aborto y la del matrimonio homosexual, el obispo rehuyó pronunciarse porque el día de ayer era "de fiesta" y "no para hacer valoraciones". "El Obispado no hace valoraciones de colores concretos", aseguró. Respecto a la nota de la Conferencia Episcopal, insistió en que "no pedía el voto" y señaló que ya hablaron "en ese momento" y que ahora "es otro momento".

Lluc Riera, el vicario general, inició la celebración dando las gracias al obispo por su labor de "dedicación constante" y expresó su deseo de que él, que acaba sus misas diciendo "sed felices", también sea feliz "espiritual y humanamente".

A continuación, un agradecido y contento Murgui hizo un pequeño parlamento, aplaudiendo que el "corazón de la Iglesia de Mallorca está vivo" y desgranando su ´hoja de ruta´ para este año. El prelado señaló que después de haber celebrado en 2011 los 50 años de Cáritas, en 2012 toca centrarse en el 50 aniversario de Mallorca Misionera. Apuntó que, a pesar de "la falta de personal", quieren seguir aumentando la presencia de misioneros mallorquines en Perú y en Burundi. Asimismo, monseñor Murgui desveló que el Obispado quiere empezar desde ya a trabajar para organizar los actos del 700 aniversario del fallecimiento de Ramon Llull, que se cumplirá en 2016. Este mismo mes tiene prevista una reunión con otras instituciones para organizar un congreso. Finalmente el prelado, que se definió como "un servidor de la comunidad", acabó instando a los presentes a "no tener miedo" en estos tiempos difíciles. Después se sirvió un austero refrigerio y el dinero ahorrado en la merienda se entregó a Cáritas.