El Govern ha abierto la puerta para que la forma oficial de los topónimos de Balears sea el castellano además del catalán. Hasta ahora el nombre oficial era únicamente en catalán, pero el nuevo anteproyecto de modificación de la ley de función pública publicado ayer en el BOIB contempla la posibilidad de que los municipios castellanicen los nombres de sus pueblos, de sus calles y de las vías que los conectan con otros núcleos de población.

El texto publicado ayer (que también supone cambios en la ley de normalización lingüística y en el régimen jurídico común) explica el procedimiento para incluir el castellano como denominación oficial de los lugares de la isla. Destaca que los consistorios podrán tener la iniciativa.

Primero, el ayuntamiento correspondiente deberá aprobar la nueva denominación en pleno y después serán los consells insulares los que determinarán los nombres oficiales de los municipios, territorios, núcleos de población, vías de comunicación interurbanas y topónimos de la comunidad en general. En cuanto al nombre de las calles, cada ayuntamiento decidirá en qué lengua aparecerán “siempre dando preferencia a la toponimia popular tradicional y a los elementos culturales autóctonos”. En todos los casos, se consultará la decisión con la Universitat de les Illes Balears.

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