Mientras la delegación del Gobierno se prepara para acoger estas Navidades a su nuevo inquilino €en el PP ya dan por seguro que será José María Rodríguez, mientras que Joan Huguet podría recuperar el escaño de senador autonómico que le arrebató el primero€, para los actuales ocupantes es tiempo de rememorar las anécdotas de estos últimos ocho años.

Aunque es una de las zonas más expuestas mundialmente a los focos, las grandes fortunas aún pueden llegar de incógnito a Balears, inclusive para el cuartel general de inteligencia que se supone es la delegación gubernamental. Es el caso de muchos jeques árabes, entre ellos algunos príncipes y herederos de lejanas dinastías, que visitan a menudo las islas "en secreto", explicaba ayer un alto cargo que en breve será destituido.

En cambio, los chinos están muy agradecidos con Ramon Socias por sus dos legislaturas como delegado, de ahí que el embajador en España Zhu Bangazao (léase primero el apellido y después el nombre) viniera ex professo a Mallorca hace unos días con otros cinco acompañantes para agasajar en una cena en el hotel Valldemossa a Socías&cía por las 9 visitas de Estado que ha propiciado en los últimos ocho años. Zhu no habla español, ni Socías chino, así que ambos se entienden en francés.

Claro que no siempre el buen rollo ha sido la tónica habitual. El verano del año pasado, durante los preparativos de la visita relámpago de Michelle Obama para almorzar con el Rey en Palma, los servicios secretos se reunieron varias veces con los responsables de la delegación del Gobierno en las islas. La hemeroteca constata la disparidad de criterios que hubo por el trazado: Los mallorquines querían que la esposa del presidente de EEUU fuera desde Son Sant Joan a Marivent por el paseo Marítimo, para ver la catedral, el puerto y Bellver al fondo, pero la Casa Blanca prefería la Vía de Cintura. Finalmente, se convenció al máximo responsable del viaje por parte de la embajada estadounidense, ya que además en la autopista había obras, desvelaban ayer en los corrillos de la delegación, mientras otro alto cargo de los servicios secretos de protección movía la cabeza de izquierda a derecha "y hablaba solo" por lo bajini. Al final, el alto cargo se impuso: "La caravana es responsabilidad mía", espetó. Se terminó la discusión, y la comitiva de coches oficiales fueron por carretera, como es sabido. Tal vez en el futuro Wikileaks nos descubra esta discrepancia plasmada en algún cable diplomático, y Mallorca tendrá su minutito de gloria.

Golpe a los clanes

El delegado del Gobierno en funciones aprovechó la copa navideña de ayer con los periodistas para hacer balance. Ramon Socias se mostró especialmente satisfecho durante su tiempo en el cargo de los golpes asestados contra el negocio de la droga, sobre todo de "la lucha por acabar con el mito de la impunidad en Son Banya". Loó el papel de la Policía y la Guardia Civil, y aseguró que se ha conseguido acabar con "los grandes clanes" de narcotraficantes, si bien admitió que sigue habiendo "más pequeños".

Socias también recordó que cuando él asumió el cargo, los niveles de mortalidad en las carreteras de Balears superaban las 120 víctimas al año; por el contrario, estas cifras se han reducido a la mitad, lo que el todavía delegado considera un gran logro de las campañas de concienciación de la dirección general de Tráfico.

Pacto con Armengol a la vista

Socias estaba ayer especialmente relajado, no se emocionó durante el que fue uno de sus últimos actos en público, y habló poco o casi nada de las luchas internas por el poder en el PSOE. Entre los socialistas empieza a cuajar que el delegado del Gobierno ha rechazado presentarse a liderar el partido a cambio de que Armengol le tenga en cuenta en alguno de los cargos de dirección. De todos modos, el solleric tiene claro que en pocas semanas se reincorporará como médico de familia en el centro de salud de Bunyola, donde ya ha solicitado recuperar su plaza en excedencia, porque necesita un sueldo del que vivir y la secretaría general del PSOE, aunque se hiciera con ella, no da ni para pipas.

Bauzá prepara otra sorpresa

José Ramón Bauzá almuerza muchos días con austeridad, como ayer en un vecino restaurante del Parlamento que ofrece menú a 9 euros. También calmaron allí sus estómagos Pere Rotger, María Salom y Carlos Delgado, juntos pero no revueltos. Solo la presidenta del Consell tuvo el privilegio de compartir confidencias en la misma mesa con el jefe.

Bauzá ha contado estos días a gente de su confianza que está en disposición de hacer otro gran anuncio, parece ser que del estilo del proyecto de Escarrer en Magaluf, para reactivar la economía. El presidente habla en términos de "cosa buena" y "sorpresa positiva", así que habrá que estar al tanto.

Por cierto, la crisis también hace mella entre los ´populares´; el almuerzo previsto este fin de semana en el restaurante de turno en Algaida para los militantes de la part forana tuvo que suspenderse ante la escasez de comensales. Los interesados se sumaron pues a la cena del sábado en Establiments, y todos tan felices.