—¿A cuánto asciende la población marroquí residente en Balears?

— En todas las Balears son unas 44.100 personas. En Mallorca son unas 34.700 personas, 3.000 en Eivissa, 6.000 en Menorca y 400 en Formentera. El 45% son mujeres y en total, los marroquíes representa al 4,5% de la población de Balears.

—La apertura de un consulado marroquí en Balears hará la vida más fácil a toda esta comunidad.

— Sí, antes tenían que ir a Barcelona para cualquier trámite y esto ahora, con la crisis, les costaba bastante. Éste es uno de los consulados más grandes y está hecho con todo el confort para los ciudadanos. Es nuestra nueva política. Todo se ve, todo está abierto, hay transparencia, nada que ocultar. Llevamos unos cuatro meses encargándonos de la apertura del consulado. Abrimos en julio con el referéndum sobre la Constitución. Luego tardamos un mes más en abrir del todo por cuestiones de electricidad y cosas así. En agosto empezamos a atender a la gente. Abrir una administración es muy difícil.

—¿Qué servicios ofrecen?

—Todos los trámites administrativos, desde la emisión de pasaportes hasta el DNI, visa para extranjeros, hay notarios... Empezamos poco a poco, dando pasaportes que traíamos de Barcelona y ahora ya los hacemos aquí. Vamos haciendo todos los servicios.

—¿Cuál es el más demandado?

— En cuanto se supo que íbamos a abrir un consulado aquí en Palma, y también por el tema de la crisis, la gente dejó de ir a Barcelona para hacer los trámites. Por eso tenemos mucha demanda para todos los servicios, sin excepción. Hay días que recibimos hasta 200 personas.

—¿Cómo está afectando la crisis económica a los marroquíes residentes en las islas?

— La crisis afecta a todo el mundo. Una de las cosas que venimos a hacer aquí es acercarnos a ellos y atender una demanda que fue muy fuerte en su momento. Ahora con la crisis les ayuda tener un consulado aquí. Antes tenían que ir a Barcelona, pasar allí la noche... un gasto ahora impensable para muchos sólo para hacer un trámite.

—¿Se acerca gente pidiendo ayuda para volver o apoyo económico?

— Ayuda para volver no piden, pero volver, vuelve mucha gente. Hay personas con un orgullo muy fuerte que prefieren no pedir ayuda. Pero sí hay crisis, muchos viven de las ayudas y muchos se van con sus cosas a Marruecos, porque tienen allí familia. La vida es más cara aquí y sin trabajo se hace muy difícil. Es una cuestión personal, el consulado no interviene.

— ¿Hay muchos inmigrantes marroquíes aún en situación administrativa irregular?

— No, porque aquí venían para trabajar en la época en la que se construía mucho, en los 80. Venían y muchos se quedaban porque tenían trabajo. Debe haber una cifra insignificativa de marroquíes que estén en situación irregular, hasta ahora yo no me he encontrado con ninguno. En Madrid o Barcelona puede ser que haya, pero aquí venía gente con un contrato para trabajar. No era un destino al que venían ´a la aventura´ o de pasaje. Venían porque tenían algo para hacer y venían para quedarse. La temporada alta requiere una demanda muy alta de trabajo. Fue la primera comunidad importante de extranjeros que llegó para trabajar.

— ¿Cómo ha recibido Mallorca a estos inmigrantes?

— Muy bien, la gente es muy simpática.

— Los isleños tenemos fama de cerrados.

— Sí, hay esa fama pero hay que conocer y tomar la iniciativa. Yo estuve en países fríos, como Polonia, e hice amigos. Y allí sí que son cerrados. Pero nosotros somos vuestros huéspedes, nosotros tenemos que dar el primer paso, aclimatarnos. Y tenemos muchas cosas en común: historia, palabras, cultura... No me siento perdido aquí. Yo he tenido reuniones con responsables de aquí y ojalá las cosas sigan así porque me he sentido muy bien tratado. Y se habla muy bien de la comunidad marroquí, estoy muy orgulloso de ellos. El otro día fue la fiesta del cordero en la cárcel. Y recuerdo algo que me afectó mucho, una cosa que me dijo el director de la cárcel, y es que hay gente buena y mala en todo el mundo, pero hay que saber fijarse sólo en lo mejor. Y me dijo que nuestras gentes son buenas. Los que están en la cárcel están pagando sus errores, pero el director me dijo que son educados y están bien integrados, que él no tiene ningún problema con ellos. Y cada vez que voy a cualquier sitio y me recibe un alcalde me dice lo mismo. Hay gente que es mala, pero cuando hablamos, hablamos de la mayoría, y no hay que condenarla por los errores de unos cuantos delincuentes. Los delincuentes existen en todos los países. En todas las familias hay hijos dóciles y otros malos. La comunidad marroquí es trabajadora, fiel y ama mucho este país.

— ¿La comunidad marroquí se mezcla con la mallorquina?

— Sí, nuestra comunidad no está marginada. Están muy bien integrados. Yo veo los sitios donde hay concentraciones de marroquíes, como Pere Garau, y también hay españoles. El otro día fui a un carnicero marroquí y vi a los argentinos que iban a comprar para hacer el asado y a españoles que iban a comprar la carne picada, porque les gusta cómo la hacen allí. En Sa Pobla también estuve muchas veces y vi cafés de marroquíes cerca de la comisaría donde los policías van a tomar té. No hay conflicto de ningún tipo.

— ¿Pero se encuentran con casos de racismo, de prejuicios contra los marroquíes, o contra las personas árabes?

— Sí, hay prejuicios, pero no vamos a condenar a todos los españoles por que uno tenga prejuicios. Los españoles son amigos. Las primeras migraciones españolas fueron a Marruecos. Yo cuando hablo con responsables de instituciones o intelectuales lo veo, somos amigos.

— En los últimos años, en España surge cada poco el debate sobre el velo.

— En Sa Pobla sí que hubo un problema con el velo integral, que se prohibió, pero según me han informado sólo había dos mujeres que lo llevaban y una ni siquiera sigue en Sa Pobla. Son cosas que hay que arreglar. Yo no voy a aceptar a una persona que venga aquí con el velo integral. Por seguridad y para las fotos hay que verle la cara. Se ha montado toda una historia muy grande sólo para un caso, pero bueno, yo acabo de llegar y tampoco sé cómo fue la ley. Yo sé que el acalde de Sa Pobla tiene muy buenas relaciones con los marroquíes. Hay que tomar esto como algo anecdótico, lo importante es que los marroquíes en Sa Pobla viven bien y tienen la mejor relación con las autoridades del pueblo, con el alcalde, con el jefe de la Policía Local... No puedo comentar más, está en sus manos tomar la decisión.

— ¿Y el velo no integral qué significa, qué supone?

— El velo integral no es algo de nuestra cultura, en Marruecos no lo ves. En cuanto al velo no integral... el otro día estuve en el hospital y vi a una mujer con un velo, muy lindo, y era una española, no era árabe, y lo llevaba por que quería, así como un hombre se puede cubrir la cabeza si quiere. Las monjas también llevan la cabeza cubierta, es algo tradicional. Es una decisión personal.

—¿No es una imposición del hombre?

— No, es algo personal. Ahora la mujer marroquí tiene todos los derechos. Hablan de la fama de que tenemos cuatro mujeres y todo eso, pero ahora aguantamos con una [Ríe]. Hay mujeres que deciden llevar el velo y es algo personal, hay que respetarlo.

— Mariano Rajoy ha sido elegido nuevo presidente de Gobierno, ¿Marruecos ya ha establecido contacto con el nuevo equipo del Partido Popular?

— Sí, el rey Mohamed VI ha enviado una carta al presidente Rajoy. Somos vecinos, tenemos historia común y somos amigos, y con Rajoy o con otro siempre vamos a tener la misma política. Ojalá siempre tengamos las mejores relaciones. No tiene ningún sentido que no las tengamos.

— En su país también ha habido elecciones recientes, ¿qué valoración hace de los resultados?

—Hay un partido, Justicia y Desarrollo, que ha ganado con un margen muy importante. La nueva Constitución da la opción de presidir el gobierno al partido que gana y creo que el rey le nombrará próximamente. Yo escuché a su líder político diciendo que con España se seguirá la línea política de hasta ahora, hay una serie de relaciones históricas que no se cambian de un día para otro.

— En Europa se ve con cierto recelo la vertiente religiosa del partido, que es islamista moderado.

— Es un partido religioso, pero moderno, abierto. Tenemos un rey, otros partidos, oposición... Las declaraciones de su líder, Abdelilah Berkiran, fueron muy tranquilizadoras. No creo que vaya a haber muchos cambios.

— ¿No puede significar un retroceso en los derechos que han ido conquistando las mujeres?

— No, eso no se va a tocar. Ellos participaron en los cambios que se hicieron en la Moudawana [el Estatuto Personal de la Mujer], que supusieron cambios en los derechos de la mujer. Ellos tienen en su partido dirigentes políticos que son mujeres, muy fuertes e inteligentes. Una es presidenta de una comisión. No creo que ninguna mujer vaya a dejar de tener sus ventajas.

— En Marruecos nació un movimiento de protesta bautizado como el 20-F, cuya presión acabó logrando una reforma de la Constitución. ¿Lo ve como una prolongación de las revueltas que se vivieron con intensidad por aquellas fechas en los países del norte de África o se asemeja más al 15-M español?

— Es un movimiento como todos los que están saliendo a la calle pidiendo más democracia. Marruecos es ahora un país democrático, abierto. El derecho a salir a la calle está garantizado, si se hace según las normas que marca la ley. El 20 de febrero salieron a la calle a protestar como hicieron aquí los españoles el 15 de mayo. Cada país tiene ahora su fecha.

— ¿El movimiento sigue vivo?

— Ahora acaban de tener lugar las elecciones libres y democráticas que pedían, en teoría han conseguido su objetivo. Pero yo no sé si van a volver a salir a protestar. Las elecciones fueron con observadores internacionales y todo el mundo dice que fue sin incidencias y transparentes. No ha habido quejas.

— Los marroquíes que viven fuera sí se quejan de que no han podido votar.

— La nueva Constitución les da la posibilidad de participar. La reforma se hizo en julio y de momento la manera de participar está tomando forma. Ahora podían participar dando una procuración, una autorización a alguien que estuviera allí, para que fuera a dar su voto.

— ¿Y ha habido muchos marroquíes residente en Balears que han votado con este sistema?

— Sí, los consulados se han movilizado y se ha hecho un proceso con mucha transparencia. Aquí ha habido gente que ha dado poderes a otros para que pudieran votar en su nombre.

— En febrero de este año visitó Mallorca el periodista marroquí Ali Lmrabet, que denunció la falta de libertad de expresión existente en su país. De hecho, él estuvo en la cárcel por haber hecho una caricatura del rey.

— Ali Lmrabet es un colega mío. Trabajamos juntos en el ministerio de Asuntos Exteriores. Él fue a Argentina, y cuando él se fue de allí yo ocupé su puesto en Buenos Aires. Pero desde la época en Lmrabet estuvo en la cárcel a ahora han cambiado muchas cosas, ha habido un cambio de la Constitución. Ahora estamos haciendo muchos esfuerzos para estar en el camino de los países más democráticos. Pero hay una ley de prensa y hay que respetarla. Usted es periodista, no puede insultar a cualquier persona. Hay una frontera. Yo veo que la prensa marroquí escribe de todo.

— Pero supongo que sigue siendo ilegal criticar a Mohamed VI.

— Lmrabet tiene un diario digital, el demainonline.com, y allí él critica a todo el mundo. Entre en la página y lo verá. Escribe sobre lo que quiere.