­La fiscalía anticorrupción y la Policía de Balears han interrogado, en calidad de testigos, a los mandatarios y dirigentes del fútbol español Francisco y Fernando Roig para tratar de aclarar los pagos que ambos empresarios hicieron a Iñaki Urdangarín, duque de Palma investigado en una pieza secreta del caso Palma Arena. El fiscal mallorquín Pedro Horrach y agentes de Policía de Palma se desplazaron hace unos días a Valencia para tomar declaración a los dos hermanos Roig, que habrían contratado a Urdangarín para conseguir desbloquear tres campos de golf o un apoyo económico para su club.

Inicialmente se pensó que Fernando Roig, propietario del club de fútbol Villarreal, pagó casi 700.000 euros al duque de Palma, Iñaki Urdangarín, por un informe de once folios copiado de Internet.

Fernando Roig, que hace unos años patrocinó el club de baloncesto Pamesa Valencia, tuvo que dar explicaciones ante los investigadores sobre la verdadera naturaleza del contrato con Urdangarín. El mandatario futbolístico ha admitido que "fichó" a Urdangarín para lograr un importante apoyo económico para su club. Dicho objetivo no se habría conseguido.

Las pesquisas realizadas por la Agencia Tributaria, la fiscalía anticorrupción y el Grupo de Delitos Económicos de la Policía Nacional en una pieza separada secreta del Palma Arena están haciendo aflorar las actividades del llamado "grupo" Nóos, un ramillete de empresas y sociedades vertebrado en torno al Instituto del mismo nombre. Esta última entidad fue presidida entre 2004 y junio del 2006 por Urdangarín, que tuvo como vicepresidente-gerente y mano derecha al profesor universitario Diego Torres, imputado en la causa.

El conglomerado Nóos consiguió, entre 2003 y 2007, varios millones de euros de entidades privadas mediante dos sistemas: el patrocinio de eventos organizados con fondos públicos (entre ellos cinco foros sobre el deporte celebrados en Valencia y Palma) y contratos de consultoría y asesoría. La fiscalía centra sus sospechas básicamente en los patrocinios públicos a Urdangarín, que sumaron más de 6 millones.

Una de las hipótesis de la Policía es que Urdangarín vendió durante varios años sus influencias como miembro de la Familia Real y camufló esos servicios en forma de asesorías de imagen.

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