"Ojala las temporadas turísticas de los próximos años sean como la que acabamos de concluir", afirma un representante del sector hotelero isleño, a la vista del aumento de los ingresos conseguido. Porque al margen de los matices respecto al alcance de los mismos, nadie discute que el de 2011 ha sido un magnífico verano para el sector del alojamiento. Pero si el balance es tan excelente, ¿por qué han caído un 17% los proyectos de reforma de estos establecimientos visados por el Colegio de Arquitectos? La explicación que dan los empresarios consultados es coincidente: porque los beneficios de este año se utilizarán para "tapar deudas" y para recapitalizar estas sociedades con el fin de que "ganen músculo financiero" tras unos pésimos 2009 y 2010.

El que fuera vicepresidente de la Federación Hotelera de Mallorca y presidente de la asociación de Capedepera, Ignasi Esteve, lo expresa con meridiana claridad: "Muchas empresas estamos recapitalizándonos por lo que dejamos de ganar durante los dos años anteriores, e incluso vamos a necesitar un segundo ejercicio bueno para completar este proceso".

El presidente de la asociación de Cala Millor y expresidente de la federación mallorquina, Pere Cañellas, coincide con el diagnóstico. Buena parte de los beneficios de este año se van a ir a cubrir deudas de temporadas anteriores y a mejorar la situación financiera de las empresas.

La explicación es bien simple. La crisis ha dejado huella también en el sector turístico, y las sociedades hoteleras prefieren por ahora ahorrar y "ganar músculo", para afrontar con mayor seguridad un futuro que, pese a las buenas expectativas, sigue cargado de incertidumbres. Eso no significa que no haya casos en que se haya aprovechado la nueva inyección de capital "para cambiar el coche", bromea uno de los empresarios encuestados, "pero eso también es bueno, y si no que se lo pregunten al concesionario", añade.

¿Entonces no se van a hacer inversiones en los hoteles durante este invierno? Se harán. Simplemente, serán mayoritariamente de mantenimiento –como cambio de moquetas, alumbrado o mobiliario– en lugar de poner en marcha grandes reformas, como la construcción de un spa. En este aspecto, algunas cadenas recuerdan los fuertes desembolsos realizadas en ejercicios anteriores, lo que supone "haber hecho los deberes en su momento". El director general de Iberostar, Aurelio Vázquez, no oculta que este invierno las inversiones que esta firma va a realizar en Balears serán inferiores a las de los últimos ejercicios, pero achaca esta rebaja exclusivamente a las amplias reformas realizadas en sus cinco establecimientos isleños durante los últimos años.

El portavoz de Hoteles Barceló, Alvaró Pacheco, añade otro factor que afecta a las cadenas: los excelentes resultados conseguidos este año en Balears, y muy especialmente en Canarias, están sirviendo también para compensar el que los beneficios hayan sido mucho más moderados en otras zonas españolas más dependientes del turismo nacional, cuyas cifras distan mucho de ser tan positivas como las de alemanes o británicos.

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