­Las investigaciones que, bajo secreto sumarial, están realizando, desde agosto pasado, Policía, fiscalía anticorrupción y juzgado de instrucción 3 perfilan un triángulo en la cúspide del supuesto desvío de fondos públicos formado por: el president del Govern del PP, Jaume Matas; su director general de Deportes, José Luis-Pepote Ballester; y el duque de Palma, Iñaki Urdangarín.

Urdangarín y Pepote Ballester eran amigos desde hacía años. El excampeón olímpico de vela afincado en Mallorca conoció a la infanta Cristina antes de que ésta se hiciera novia del brillante y atlético jugador de balonmano vasco.

Los investigadores disponen, entre otros indicios, de la versión ofrecida por el exnúmero dos del Instituto Nóos, Diego Torres, la mano derecha de Urdangarín y único imputado en la pieza separada hasta el momento. Torres ha señalado que, a finales del 2004, el duque de Palma y él hablaron con Ballester y le propusieron que Nóos organizara en Mallorca un foro Turismo-Deporte.

Las reuniones y conversaciones tuvieron lugar en Palma entre finales del 2004 y principios del 2005. Urdangarín era presidente de Nóos, Torres era vicepresidente y gerente. El esposo de la infanta Cristina y el experto en marketing pretendían, además de contar con un marco especial como Palma para sus foros, obtener el dinero del Govern para organizarlos, dejando abierta también la puerta a patrocinios privados.

Pepote Ballester puso en contacto al duque con Matas, que, tras otras reuniones, acabó aceptando el proyecto. Matas dispuso que los organismos públicos Illesport e Ibatur se encargaran de financiar los eventos, mediante sendos convenios, que se firmaron en 2005 y 2006. Los seminarios se llamaron Illes Balears Forum I y II.

La fundación Illesport estaba, por entonces, enfrascada en la acelerada construcción del velódromo Palma Arena y dependía orgánicamente de la conselleria de Deportes, ocupada por Rosa Puig. El Ibatur era una de las naves capitanas de la conselleria de Turismo, a cuyo frente estaba Joan Flaquer.

Flaquer y Puig ya han declarado en otras piezas del caso Palma Arena y se han desmarcado de la gestión del día a día o de la toma de decisiones sobre el velódromo, cuyo coste pasó de 44 millones de euros a más de 110 millones de euros. En el caso Palma Arena hay abiertas 26 piezas separadas sobre distintos delitos, entre ellos la de la supuesta malversación del Instituto Nóos.

Ahora no se descarta que el instructor del caso Palma Arena cite nuevamente a Puig y Flaquer para aclarar cómo y quién decidió la fórmula de los convenios, en vez de sacar a concurso los oportunos contratos.

Flaquer ya respondió, como testigo, a preguntas sobre el Illes Balears Forum y sostuvo que el Govern apoyó ese proyecto para crear en Palma un Observatorio Permanente sobre Turismo y Deporte.

Matas, defendido por Antonio Alberca, también se mostró rotundo ante el juez y el fiscal anticorrupción cuando declaró en marzo del 2010. "Recomendé el convenio con Nóos y lo volvería a hacer", sentenció Matas.

El juez ya citó como imputados a Pepote Ballester y al exgerente del Ibatur, Raimundo Alabern, representado por Josep Zaforteza. Esas declaraciones se aplazaron y se espera que se señalen otra vez tras el levantamiento del secreto de sumario en esta pieza separada.