Los investigadores han constatado que el instituto Nóos utilizó la figura del duque de Palma como una especie de embajador, ya que su mediación permitía abrir todas las puertas de las instituciones. Urdangarín fue quien, a través del exdirector general de Deportes, Pepote Ballester, entró en contacto con el expresident Matas y le propuso la idea de celebrar estos encuentros internacionales en Mallorca para hablar sobre la relación de turismo y deporte. El proyecto entusiasmó al expresident, que se mostró dispuesto a financiar con dinero público estos eventos. Los investigadores han constatado que el duque no se encargaba de los pormenores de esta organización y, por tanto, no se responsabilizaba de la justificación de los gastos. Sin embargo, a pesar de que teóricamente el Instituto que presidía era una sociedad sin ánimo de lucro, sí cobró por su intervención profesional.

Se ha comprobado que el Govern pagó el patrocinio, pero en ningún momento se preocupó por exigir a la organización de los encuentros que justificara con facturas el destino que había dado al dinero público. De hecho, el expediente administrativo que se inició no tenía facturas, solo contenía el contrato oficial de patrocinio. Dentro del montante de facturas que ha presentado Diego Torres se ha constatado, por ejemplo, que Nóos cobró al Govern balear gastos por la organización de otros eventos que se celebraron en Valencia, pagados también con dinero público.