El Centre de Recerca Econòmica de la UIB y Sa Nostra (CRE) consideran que la previsión de crecimiento de la economía balear se ralentizará un 0,4 % en el conjunto de 2011. Cifra que el Govern desmiente con su previsión del 0,8% en 2011, aunque considera que es un crecimiento moderado.

Según los datos el boletín de coyuntura económica de noviembre de la Vicepresidencia económica, de Promoción Empresarial y Empleo, que indica que la economía balear creció un 0,6 % en el segundo trimestre del año, el doble que tres meses antes, según ha informado el Govern en un comunicado.

El Govern lo atribuye a los resultados positivos de la temporada turística que han permitido que en el segundo trimestre del año el sector servicios haya crecido un 1,2 %, frente a las caídas del 4,2 % de la construcción (con un descenso de la afiliación de trabajadores del 16,2 %) y del 1,5 % de la industria.

Entre enero y septiembre han llegado 13,3 millones de pasajeros por vía aérea a las islas, un 9 % más que en el mismo período de 2010.

El gasto turístico se ha incrementado "considerablemente" este verano en Baleares, según ha explicado la directora general de Economía y Estadísticas, Maria Teresa Palmer, con 1.401 millones en septiembre, 1.843 en agosto, 2.024 en julio y 1.378 en junio, cifras más altas que el año pasado en estos cuatro meses.

El Govern subraya que los datos indican que el sector servicios se reactiva en el segundo y tercer trimestres, gracias a una excelente temporada turística, con 40,2 millones de pernoctaciones hoteleras de enero a agosto, un 11,6 % más.

A pesar del repunte del sector terciario, la industria y la construcción mantienen tasas negativas y también el comercio minorista es negativo en un 2,8 % en agosto, pero crece un 5 % en su conjunto.

El consumo retrocede pero la inversión continúa al alza y el mercado laboral frena ligeramente su ritmo de recuperación, según el Govern.

Por su parte, el CRE, considera que la recuperación de la economía balear "está siendo muy débil". Antoni Riera, director del ente, ha asegurado que "la economía crecerá un 0,4 % o en el mejor de los casos alrededor del 0,5 %", tal como ya previó al comienzo del actual ejercicio y la razón es que tras un tercer trimestre con buenas cifras también "hay señales de agotamiento en la aceleración".

En la presentación del informe de coyuntura de la economía balear de octubre, Riera ha señalado que el PIB ha crecido un 0,6 % en el tercer trimestre del año, gracias al crecimiento del 1,1 % del sector servicios por el aumento del 10,8 % en la llegada de turistas, pero también hay indicadores negativos como la destrucción del 0,1 % de la afiliación de trabajadores y el elevado paro.

Según Riera, todo ello ha permitido mejorar las ratios de rentabilidad: el RevPAR (ingreso por habitación disponible) ha aumentado un 11,7 %.

Sin embargo, el buen balance turístico que también ha realizado el ejecutivo, no ha tenido los efectos que cabía prever sobre el tejido económico. Según Riera, el consumo ha crecido un 0,8 %, pero sobre todo por el gasto turístico ya que las pautas de los residentes "siguen constreñidas".

El crédito ha caído un 2,2 % por la contracción del de carácter privado -familias y empresas- y porque solo ha crecido el de las administraciones públicas, un 7,7 %. Por cada euro que hay en las entidades financieras, hay 2,28 en crédito, una tasa que para el CRE es "demasiado elevada".

Según Riera, terminada la temporada alta, la economía de Baleares "no mantendrá el puso en los próximos meses" y tendrá menor dinamismo.

"No veo un riesgo de que la economía vuelva a estar en negativo, pero sí de que tiene dificultades para despegar", ha asegurado Riera, que considera que la única forma que consolidar el crecimiento es controlar el déficit y transformar el sistema productivo balear que presenta problemas estructurales.

El director del CRE ha reclamado "un pacto político, económico y social" en favor de dicha transformación que considera imprescindible.

"No sé si es posible, pero es necesario un gran pacto social con vinculación de los grandes partidos, patronales, sindicatos y la ciudadanía para asegurar el bienestar de las generaciones futuras", ha insistido.

Riera considera que dicho pacto sería la única forma de contribuir a una recuperación sólida de la economía, que en la actualidad está afectada por factores exógenos como la crisis de la deuda soberana, pero también endógenos, por problemas estructurales.

La receta del CRE pasa por utilizar los factores de producción (tierra, trabajo, capital humano o tecnología) de forma más eficiente y "que se transformen en crecimiento y en bienestar y que estos sean sostenibles en el tiempo", ha afirmado.

Como ejemplos, Riera propone que las empresas mejoren su conocimiento sobre sus clientes para vincularlos, que organizaciones y administraciones mejoren su política comercial con más énfasis en el binomio precio-calidad; revisar la estructura de costes y racionalizar, y orientarse hacia el exterior y los mercados emergentes.

También insiste en que reducir el déficit es "una oportunidad única" porque permite ajustar deficiencias de la administración pública, algo que tiene efectos sobre las empresas y los ciudadanos "en términos de reducción del coste de la Seguridad Social o bajada de impuestos".