La organización conservacionista Oceana ha denunciado hoy que a pesar del aumento de la capacidad extractiva de la flota pesquera balear sus desembarques no paran de reducirse por la sobreexplotación de las pesquerías y ha solicitado un cambio en la gestión que permita mantener la rentabilidad de esta actividad.

Oceana ha elaborado un proyecto integral de pesca responsable para Baleares con propuestas para mejorar el ecosistema marino y la pesca, que indica que un cambio en modelo de gestión pesquera haría que la pesca fuera más rentable y garantizaría la supervivencia del sector, según ha informado la entidad en un comunicado.

En opinión de Oceana, Baleares se encuentra en un momento crucial en el que las decisiones que se tomen en los próximos años marcarán la diferencia entre continuar reduciendo el tamaño de las pesquerías y dañando el medio ambiente y los ingresos del sector o compatibilizar conservación marina y empleo.

Oceana advierte de que si se deja a los "stocks" recuperarse y se eliminan las prácticas destructivas, en unos años los pescadores obtendrán mayores capturas empleando prácticas sostenibles.

La entidad alerta de que, desde los años 40, las capturas pesqueras se han mantenido estables entre 3.000 y 4.000 toneladas anuales, a pesar de que la tecnología y potencia de la flota pesquera balear es muy superior y señala que la razón es que los "stocks" pesqueros son ahora menores que entonces.

En el caso del arrastre, la Comisión General de Pesca del Mediterráneo, dependiente de la FAO (Organización para la Alimentación de las Naciones Unidas) ha señalado que todas las especies objetivo de esta modalidad de pesca analizadas en el Mar Balear se encontraban sobreexplotadas en 2010 y su población estaba en recesión.

Esta situación afecta a la merluza, el salmonete de roca, el salmonete de fango, la cigala, la gamba roja y la gamba blanca.

Las capturas pesqueras empezarán a declinar en Baleares medio plazo "si no disminuye el actual ritmo de explotación para permitir que los stocks se recobren", ha advertido el director de Oceana en Europa, Xavier Pastor.

"El mar no es inagotable. La pesca ya está en crisis y será una actividad cada vez menos rentable si no hay compromiso firme desde la Administración y los propios pescadores para actuar ahora y reducir la presión sobre los recursos", señala Pastor y alerta de que al ritmo actual, el daño al medio ambiente "puede ser irreversible".

La disminución de la presión pesquera permitiría que los stocks se recuperaran y los ejemplares alcanzaran un tamaño óptimo, algo que debe lograrse en 2015 de acuerdo con los acuerdos adoptados en 2002 en la Cumbre de Johannesburgo.

Según Oceana, una vez que se alcance este Rendimiento Máximo Sostenible, el siguiente paso es establecer medidas de gestión sostenibles para así garantizar el mantenimiento a largo plazo de los recursos y de las pesquerías asociadas.

La propuesta de Oceana incluye la reducción de los descartes en la pesca de arrastre y la restricción de esta a hábitats que no sean sensibles, la recuperación de artes de pesca selectivas usadas en la pesca artesanal y la creación de un área para proteger el atún rojo.

También propone la adecuación del número de licencias de pesca recreativa a los recursos existentes y la creación de una red de áreas marinas protegidas representativa y que cubra el 30 % del promontorio balear.

"Estamos a tiempo de detener esta tendencia que lleva al agotamiento de las pesquerías del Mar Balear", concluye Pastor.