­Antònia Vidal, que entre 2003 y 2007 fue secretaria de Miquel Nadal, expresidente de UM, en el Consell de Mallorca fue imputada ayer por la fiscalía anticorrupción en el caso Ossifar. Vidal, defendida por Antonio Martínez, ya estaba encausada en el caso Voltor, acusada de colocar, por orden de Nadal (vicepresidente del Consell), a liberados de UM en el Consorcio de Informática Local del Consell de Mallorca (Cilma). Ayer fue inculpada por dar empleo en Emaya a otros agentes electorales. Los enchufados se habrían dedicado a tareas del partido o a otros cometidos ajenos al Cilma o Emaya.

Vidal negó haber formado parte de ese supuesto entramado de desvío de fondos públicos con fines electorales y se definió como una simple auxiliar administrativa, que trabajó de secretaria privada de Nadal, pero sin ningún tipo de poder ejecutivo. Pasadas las nueve de la noche, quedó en libertad.

Eugenia Cañellas, ex secretaria general técnica de la conselleria de vicepresidencia del Consell de Mallorca en la legislatura anterior y una de las imputadas arrepentidas en el caso Voltor, implicó ante la juez a excargos de Unió Mallorquina en la presunta trama de contrataciones irregulares de personas afines a dicho partido en las instituciones o en empresas proveedoras de las mismas. Cañellas apuntó al exalcalde de Pollença, Joan Cerdà, y al exconseller de Deportes, Mateo Cañellas, como dirigentes que habían contratado a dedo. Según la arrepentida, los responsables del presunto entramado eran Nadal y su secretaria Antònia Vidal.

Cañellas, defendida por Purificación Montalvo, está imputada en la pieza separada 13 de Voltor, donde se investiga el presunto desvío de decenas de miles de euros de fondos del Consell para pagar el sueldo de agentes electorales de UM. Algunos de ellos han admitido que nunca trabajaron para el Consell o su consorcio de informática (Cilma), sino que se dedicaron a captar votantes y militantes para UM.