Cristina Cerdó, exteniente de alcaldesa de Palma en la pasada legislatura, negó ayer ante la Policía Judicial de la Guardia Civil el desvío millonario de fondos de Emaya, la empresa municipal de aguas y basura que gobernó entre 2007 y 2010. Cerdó fue detenida por la mañana y puesta en libertad ya de noche, tras declarar durante varias horas. Los investigadores calculan que solo en cinco camiones comprados por Emaya, entre 2007 y 2009, se pagaron casi un millón de euros en sobreprecios.

Cerdó, defendida por Antonio Aragón, ha sido acusada por su antiguo subordinado en Emaya, el ingeniero Germán Chacártegui, ex director de Limpieza, de ordenar el amaño de numerosos contratos en favor de determinados proveedores próximos a UM. Entre las empresas beneficiadas se hallaría Seguridad y Limpiezas, uno de los principales suministradores de Emaya, tanto de camiones, barredoras, como contenedores soterrados.

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