El Govern balear reniega del parque temático. Solo así se pueden interpretar las palabras del conseller de Presidencia, Antoni Gómez, durante su comparecencia en la Comisión de Turismo de ayer. Gómez fue interpelado por la diputada socialista Joana Barceló, quien se interesó por las inversiones empresariales de interés autonómico.

En el turno de réplica Barceló incidió en el complejo de ocio presentado públicamente por el empresario danés Per Pedersen y su socio británico Deane Sinclair. "No está en fase de estudio ni el Govern tiene conocimiento oficial", dijo Gómez. Sorprende este repentino desinterés después de que la plana mayor del Ejecutivo autonómico recibiera a los dos inversores el pasado 18 de octubre. La reunión contó con la presencia del president del Govern, José Ramón Bauzá, el vicepresidente, Josep Ignaci Aguiló, y el conseller de Turismo, Carlos Delgado. Además, se convocó de urgencia al alcalde de Llucmajor y al primer teniente de alcalde de Palma.

En contra de lo manifestado por Gómez en sede parlamentaria, la audiencia de la semana pasada no pudo ser más "oficial": invitaron a los medios de comunicación a tomar imágenes. En las fotografías aparecen varios dossieres que Pedersen y Sinclair entregaron a los miembros del Govern para su análisis. Nueve días después el conseller de Presidencia marca distancias de los promotores que plantean construir un parque temático sobre 110 hectáreas.

Ronda de contactos

Pocas referencias existen del industrial Per Pedersen, miembro del selecto club de los rotarios de Greve (Dinamarca). El encargado de captar unos 300 millones para levantar el parque ha pasado desapercibido para la prensa de su país. Cuenta con varias sociedades, una de ellas dedicada a vender soportes metálicos para colgar balones de fútbol en la pared. Su proyecto más ambicioso es un centro comercial estancado por divergencias con el Ayuntamiento de Greve, localidad situada a 21 kilómetros de Copenhague.

Pese a las dudas que despierta el proyecto y el insospechado desapego del Ejecutivo, sus impulsores han programado una ronda de entrevistas con empresarios mallorquines. La ubicación inicial en una finca entre Llucmajor y Campos ha perdido fuelle en favor de Marratxí, según explicó Deane Sinclair a la asociación de empresarios del polígono de Marratxí.

Sinclair explicó a estos industriales que el parque temático goza del respaldo de "la segunda compañía del mundo" en este tipo de centros de divertimento.

En un comunicado remitido por los empresarios del polígono de Marratxí, estos dan su apoyo incondicional a Pedersen y Sinclair. "La revalorización del entorno en el que se construya provocará una mejora en el sector inmobiliario y comercial", afirman.