Germán Chacártegui, el técnico imputado en el caso Ossifar por presunta malversación de caudales y fraude a la Administración, ha vuelto a declarar ante la Guardia Civil y ha revelado la existencia de un supuesto departamento fantasma en la empresa municipal Emaya de Palma, durante la época en que estaba gobernada por Unió Mallorquina (UM). Chacártegui se ha ofrecido a colaborar con la fiscalía anticorrupción y ha desvelado que en esa sección trabajaban agentes electorales al servicio de UM y bajo la cobertura de prestar atención a los ciudadanos.

Chacártegui fue entre 2007 y 2009 uno de los máximos responsables de Emaya, aunque no pertenecía a UM. El ingeniero, defendido por Juan José Cano de Alarcón, fue detenido el pasado agosto por la Guardia Civil. En sus manifestaciones en la Comandancia y, posteriormente, en el juzgado, el técnico aseguró que sus jefes de UM le ordenaron manipular contratos en favor de dos empresas.

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