El registro que la Policía Judicial efectuó el pasado agosto en una empresa proveedora de Emaya durante la pasada legislatura permitió incautar una importante prueba: agendas con anotaciones referentes a los contactos con UM.

El empresario investigado guardaba en su oficina los dietarios de trabajo de los últimos años. Allí aparecen detallados múltiples contactos con líderes de UM y cargos de Emaya, entre llamadas de teléfono, comidas y cenas.

Esas anotaciones podrían demostrar la estrecha relación entre el empresario, uno de los principales proveedores de la empresa municipal de basuras y alcantarillado, y el partido nacionalista.

Según Chacártegui, los mandos políticos de EMAYA se dedicaron a favorecer a determinados proveedores, entre ellos al imputado Joan Pocoví.

Tortella también adjudicó en diciembre del 2010 un contrato de más de un millón de euros para una difusa campaña de promoción de la recogida selectiva de basuras en Palma, sufragada con fondos de la Unión Europea, a ese empresario.

Secreto sumarial

El caso Ossifar sigue bajo secreto sumarial en el juzgado de instrucción 2 de Palma. La Guardia Civil continua investigando más contratos de la empresa del Ayuntamiento de Palma para esclarecer si hubo otros delitos.

Germán Chacártegui, el imputado "arrepentido", ha explicado cómo se tomaban las decisiones en EMAYA. "La presidenta Cristina Cerdó asistía a veces a las reuniones que Tortella mantenía con los cuatro directores (incluido él); se tomaban las decisiones sobre los proyectos que se iban a hacer; se designaba un encargado de cada expediente y luego se designaba a qué empresa se le iba a adjudicar el concurso; un abogado o un periodista levantaban después el acta de cada reunión".

Tortella, defendida por Gregorio San José, habría explicado en ocasiones al director de Medio Ambiente que, antes de amañar un concurso, tenía que consultarlo con Cerdó o "con UM".

Germán Chacártegui aseguró que llegó a estar harto. "Cuando empecé a plantar cara y dejar de plegarme a los dirigentes de UM, me hicieron la vida imposible y me echaron". El exalto cargo de EMAYA aseguró haber sufrido numerosas presiones.