La notable mejoría en la llegada de turistas que Mallorca ha registrado este año está permitiendo a los hoteleros alargar algunos días su temporada alta. Pero este hecho positivo no es suficiente para ocultar que las islas siguen sin ser capaces de frenar uno de los factores más negativos para su economía: una fuertísima estacionalidad que sigue acentuándose año tras año.

La Federación Hotelera de Mallorca ha elaborado una amplia encuesta entre las empresas del sector para determinar los niveles de actividad que se van a mantener durante los próximos meses. El resultado es que noviembre va a tener una cifra de establecimientos abiertos algo más elevada que en 2010, fruto de esa temporada algo más larga, pero que a partir de diciembre la bajada va a ser apreciable, con recortes superiores al 10%. Es decir, este invierno va a haber menos hoteles en activo que hace un año, en un momento especialmente crítico por la extrema debilidad que mantienen otros sectores, como la construcción o la industria.

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